Santibáñez homenajea a la «familiar» Casa Cuartel cerrada hace 48 años

A.R. / Burgos
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Hay documentos que avalan su historia desde, al menos, 1861. Se dieron cita en el acto autoridades, responsables del Cuerpo, guardias civiles y familiares que habitaron allí

La documentación que se conserva en la Comandancia sobre la Casa Cuartel de la Guardia Civil de Valle de Santibáñez de Zarzaguda desvela anécdotas realmente curiosas. Por ejemplo, que el 30 de mayo de 1876, el cabo y los guardias civiles destinados en el puesto rescataban del cauce Molinar a un niño de diez años que había caído. Años más tarde, en 1898, una fuerte tormenta cayó en la comarca y «las eficaces órdenes» impartidas por el comandante de puesto destinado en aquel entonces, desplegando a sus hombres en las poblaciones donde se pensaba que podía existir mayor peligro, permitieron salvar a dos niños y recuperar infinidad de enseres «tan escasos como necesarios en aquella época».

Ambas situaciones fueron recordadas ayer por  el teniente coronel jefe de la Comandancia de Burgos, Miguel Salom, quien añadió que «era un lugar donde la gente venía a poner su denuncia, pero también un lugar de trabajo, de conducta ejemplar, de austeridad y convivencia, un hogar para los guardias civiles y sus familias, espacio de juego y el sitio donde las mujeres incluso daban a luz». En este sentido, hizo hincapié en que la vida siempre ha sido «muy familiar» en las casas cuartel y matizó que eso ha sido posible gracias al vínculo con la población civil, con su apoyo y colaboración.    

Salom intervino en el homenaje a la antigua Casa Cuartel de esta localidad, de la que al menos se tiene constancia desde el año 1861. Y fue el 22 de mayo de 1967 cuando el entonces cabo primero de la Guardia Civil y comandante del puesto, Amadeo Cuesta, echó el cierre a estas dependencias.

En el acto se entregaron 14 diplomas:11 a miembros del Cuerpo que prestaron servicio en este lugar; a dos miembros nacidos en la localidad y a la Comandancia de la Guardia Civil de Burgos.

La alcaldesa de la localidad, María del Amor Andrade, quien descubrió junto al teniente coronel Salom Clotet un monolito y una placa conmemorativa, destacó en su intervención la «amplia labor» que desarrollaron durante tantos años los guardias civiles en  Valle de Santibáñez, al tiempo que   subrayó que su presencia y convivencia con los vecinos «dejó huella» en el pueblo. «Es una pena que se fueran de aquí», agregó.

Por parte de los homenajeados tomó la palabra Tirso Fernández, quien agradeció la presencia a los congregados y pidió a Dios «salud para todos».

Institución muy valorada

Salom alabó en su discurso también el hecho de que la Guardia Civil sea la institución más valorada, según distintas encuestas. El acto estuvo presidido por el subdelegado del Gobierno, José María Arribas, y la alcaldesa de Santibáñez, y concluyó con la interpretación del himno de la Guardia Civil. Tras los actos institucionales, se organizó una comida.