El 31 de julio era la fecha señalada en rojo en el calendario por el Mirandés, que espera desde hace casi dos meses la decisión final sobre la categoría en la que jugará la próxima temporada. Pero la incertidumbre se mantendrá una semana más ya que la LFP ha aplazado el veredicto hasta el 7 de agosto.

Aunque ayer finalizaba el plazo para presentar la documentación, a partir de ahora se abre un nuevo período de cinco días para que el Comité de Licencias la analice antes de que el próximo jueves sea la Comisión Delegada quien ratifique la inscripción definitiva de los clubes en Primera y Segunda, según confirmaron a este medio fuentes de la Liga.

La situación, pese que se vivió una jornada de tensión y constantes informaciones, poco o nada ha cambiado respecto a los días anteriores. Racing y Murcia siguen siendo los equipos más comprometidos, ya que pese a que los jugadores han retirado las denuncias, no han alcanzado un acuerdo con Hacienda para aplazar su deuda.

Sin embargo, el presidente de la LFP, Javier Tebas, ha abierto un resquicio para la salvación de ambos al asegurar que los ratios de viabilidad tendrán más peso que el certificado de la Agencia Tributaria.

De este modo, si cántabros y murcianos logran un acuerdo con sus acreedores para refinanciar a largo plazo sus pagos más inmediatos, o si prosperan los recursos para que la deuda tributaria no sea contabilizada en sus pasivos, cumplirán con el ratio exigido, y si la auditoría realizada demuestra que tienen viabilidad para la presente temporada, serán inscriptos en Segunda, por lo que ambos se muestran optimistas respecto a sus posibilidades.

El resto de clubes que han atravesado por situaciones dramáticas las últimas semanas, como Recreativo o Zaragoza, están en principio fuera de peligro. Los onubenses solventaron las deudas con la plantilla y la sanción podría quedar en un simple expediente, mientras que la Fundación Zaragoza 2032 ha salvado a los maños.

En una semana, el Mirandés sabrá si es equipo de Segunda B o de Segunda.