La Audiencia Nacional acaba de ahorrarle 101 millones de las antiguas pesetas al Ministerio de Fomento con la desestimación del recurso presentado por la constructora FCC, que había reclamado unos intereses de demora supuestamente derivados de la ejecución de la ronda oeste de Burgos, obra concluida hace 9 años y liquidada hace más de 4.
La empresa resultó adjudicataria en noviembre de 2003 del contrato, que incluía una cláusula para la revisión de precios transcurrido un año y ejecutado un mínimo del 20% del importe de la obra. Sin embargo, el abono de esa diferencia no se realizó entonces, noviembre de 2004, sino en la certificación final, pagada el 30 de diciembre de 2009.
Los intereses de demora supuestamente generados durante esos 5 años y 1 mes fueron reclamados por FCC primero ante elMinisterio de Fomento y después, tras la desestimación presunta por silencio administrativo, en los tribunales. Reclamaba la firma que se le abonase, «sin perjuicios de ulterior liquidación en período de ejecución de sentencia», la cantidad de 644.102,26 euros.
La SecciónOctava de la Sala de loContencioso de la Audiencia Nacional observa que «la liquidación del contrato tuvo lugar el 26 de enero de 2011, habiéndose formulado la reclamación de intereses por retraso en la revisión de precios por escritos de 19 de abril de 2011 y 8 de noviembre de 2012».
Consta en el expediente administrativo que elEstado aprobó la liquidación de las obras en enero de 2011, si bien meses antes había finalizado el periodo de garantía de 2 años con las obras en buen estado; así como la «conformidad» del contratista a la presente liquidación.
Los magistrados reiteran el criterio de que todos los conceptos y las peticiones realizadas por las empresas adjudicatarias «han de darse por extinguidas a partir de la liquidación del contrato y de la aceptación del pago, sin reserva alguna, por la contratista», como ha ocurrido en este caso.
Cuando había carpas.
La ronda oeste, uno de los tramos de la todavía inacabada circunvalación de Burgos, salió a concurso por 26,7 millones de euros. Fomento de Construcciones yContratasse adjudicó el contrato por 23,7 millones, aunque ahora sabemos que finalmente costó 34,9 millones, según el precio de liquidación que figura en la sentencia.
La construcción de los 5,3 kilómetros de unión entre la vieja Nacional 120 y la autovía de León (en los túneles de Tardajos) y la de Valladolid (la A-62) fue cofinanciada por el Ministerio de Fomento y la Junta de Castilla y León, y concluida en 3 años. Eran tiempos de bonanza, con lustrosos presupuestos de las administraciones para obra pública, que después sacaban rédito electoral con pomposas inauguraciones. En la de la ronda oeste no hubo canapés pero sí carpa y varios autobuses para una comitiva con la entonces ministra Magdalena Álvarez (PSOE)y el presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, de copilotos.