La Flor Burgalesa invierte 5 millones en una nueva planta que abrirá en 2017

B.G.R. / Burgos
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Ampliación. Adquiere el almacén contiguo de Cubiertas Ruiz en Villalonquéjar para hacer una nave y sumar una línea de producción. Llegará a tener 20 trabajadores, el aumento de la plantilla no está definido, pues se incorporarán también de la actual

Los planes de crecimiento de la empresa la Flor Burgalesa (Florbú) han dado este año un giro que va más allá de la compra de maquinaria que ha ocupado las inversiones de los últimos ejercicios. El grupo local destinará inicialmente cinco millones de euros en la ampliación de sus instalaciones en el polígono industrial del Villalonquéjar. Para ello, acaba de adquirir la nave y los terrenos aledaños de Cubiertas Ruiz. Un proyecto que se ejecutará a dos años vista y que supondrá la incorporación de una nueva línea de producción de galletas con la que dar respuesta a las necesidades del mercado.

La compra del almacén de construcción, que trasladará su actividad a otras dependencias, se hizo efectiva el pasado mes de junio y la entrega de la misma tendrá lugar en septiembre. A partir de esa fecha y en los siguientes seis meses, tal y como detalla Ángel Juan Pérez, consejero delegado de la firma, se definirá el proyecto y se solicitarán las oportunas licencias al Ayuntamiento de la capital con la intención de comenzar las obras en marzo de 2016. De cumplirse los planes previstos, la nueva planta arrancará a principios del año 2017 con un turno de trabajo, que irá ampliándose progresivamente hasta completar los tres y así poder extender la actividad productiva durante las 24 horas del día.

Con la planta a pleno rendimiento, la plantilla rondará los 20 trabajadores, si bien el director general del grupo galletero, José Manuel Balseiro, prefiere ser cauto a la hora de hablar de ampliación de personal, que reconoce que habrá, ya que ésta irá incrementándose de forma paulatina. Para empezar, algunos profesionales de las líneas de producción de la actual fábrica, que cuenta con 65 empleados más otro centenar de puestos indirectos, están en proceso formativo de cara al futuro proyecto. Y es que, la cercanía entre ambas instalaciones permitirá al grupo «utilizar parte de la infraestructura y de personal de calidad y de mantenimiento» del que se dispone ahora, según manifestó el directivo.

La inversión de cinco millones de euros incluye la adquisición de las instalaciones aledañas y la adecuación de las mismas. Los trabajos consistirán en el acondicionamiento y ampliación de la nave existente, teniendo en cuenta que todo el terreno suma 4.100 metros cuadros, que se unirán a los 8.000 que ocupa en la actualidad la fábrica de la calle López Bravo.

30% más en facturación

Los planes de crecimiento de la Flor Burgalesa responden a la necesidad de aumentar la producción. Algo que han venido realizando en los últimos años con la incorporación de nueva maquinaria, a la que en este 2015 ya han destinado 500.000 euros, que se suman a los dos millones del año pasado y al millón de 2013. Este incremento de la actividad ha llevado al grupo a crecer un 30% en dos años, al pasar de los 10 millones facturados en 2012 a los 13 de 2014, un ejercicio este último que los directivos de la empresa burgalesa no dudan en calificar de «muy bueno».

El crecimiento del grupo no significa que la crisis no haya afectado a su actividad, según precisa Balseiro. Lo que ocurre -agrega- es que se ha conseguido «atajar» entrando en otros nichos de mercado como los productos de marca blanca, la distribución a grandes superficies y la exportación, con presencia en países como China, Corea, Japón, Italia, Chile, Malta, Inglaterra, Finlandia, Argelia o Marruecos. «La línea original del mercado, la de las tiendas de barrio, en 2011 suponía el 75% de nuestro negocio y hoy solo el 35%», señala.

Las ventas se han duplicado desde 2011 con la diversificación del negocio, si bien en el primer semestre de 2015 se ha producido una ligera bajada, del 8,5%, atribuida a «variables que no podemos controlar», explica Milagros Pérez, consejera delegada, en referencia a problemas con la exportación a mercados «importantes» como los de Marruecos y Argelia. De hecho, en las previsiones de facturación de este ejercicio se contempla un descenso del 6% que, no obstante, responde a una «situación coyuntural» que se enmarca dentro de un proceso de «consolidación», ya que el grupo continúa trabajando en la exploración de nuevos mercados.