La Consejería de Cultura y Turismo ha declarado de emergencia las obras de apeos y consolidación parcial en la Torre (Huso) de la iglesia románica de Navas de Bureba, por una cuantía de 24.919 euros, debido al derrumbamiento que se produjo -a finales del pasado mes de mayo- de la fábrica de la esquina suroriental de la torre de prácticamente toda su altura sobre la superficie del atrio. Permanecen en equilibrio inestable los restos de muros que delimitan la torre en la parte superior, así como la armadura de la misma, con riesgo de caída eminente sobre la vía pública, con el consiguiente riesgo para los vecinos.

Por este motivo, la Administración regional ha encargado una documentación técnica sobre la zona afectada que servirá de base para acometer las obras de esta emergencia, ajustándose su contenido a las necesidades planteadas, y en la que se recogen los trabajos necesarios que consisten en el apeo y consolidación del cuerpo superior de las fábricas de la torre y de la armadura de cubierta que han quedado sin apoyos; la demolición de las fábricas inestables, y la recogida de los escombros del derrumbamiento.

El templo es un edificio cuyos restos más antiguos, la cabecera, son románicos, de finales del siglo XII, con influencias árabes en las ventanas del ábside. Sufrió una serie de transformaciones en épocas posteriores, en especial durante el periodo gótico, en su etapa media y en la final, también distintos añadidos en los siglos siguientes, amalgama de adosamientos que presentan un conjunto de etapas de diversos estilos, así como otras construcciones de fijación cronológica indeterminada.

El edificio está incluido en la tradicional ruta del románico burgalés y fue declarado monumento histórico artístico nacional el día 22 de marzo de 1983. El conjunto presenta en planta un templo de una sola nave con su correspondiente presbiterio. La puerta de acceso está situada al sur, lugar en el que también se abren una sacristía y una escalera de caracol. Al lado contrario, en el norte, junto al presbiterio, se sitúa otra sacristía y a continuación otras dos dependencias que ocupan todo el espacio longitudinal.  

La Junta de Castilla y León ya hizo hace diez años una inversión de 178.000 euros en esta iglesia con actuaciones destinadas fundamentalmente al saneamiento de los cimientos. El párroco de la localidad, Esteban Munguía, tras conocer el derrumbamiento manifestó que nada hacía pensar que pudiera ocurrir un derrumbe «tan llamativo» y afirmó que el interior del templo está en muy buenas condiciones.

Por lo que respecta a la situación del tejado de la torre, a la espera de conocer la documentación técnica encargada, el párroco manifestó que no se había movido pero peligra. El alcalde de la localidad, Gustavo López, tras conocer lo ocurrido acordó ceder un local municipal para la celebración de los oficios religiosos mientras el templo esté cerrado, lo que ya ocurrió hace diez años cuando se acomentieron las últimas obras efecuadas en el templo de la Asunción de Nuestra Señora.