Todo acompañó: el sol, la fantástica temperatura y, sobre todo, la gran cantidad de vehículos que se podían probar una y otra vez. Es que la peatonal de calle La Estación fue ayer sábado una gigantesca avenida de 170 coches de todas las marcas, colores, tamaños y precios que participaron de la XVIII edición de la Feria del Automóvil.
Veintiún firmas diferentes, diez de los once concesionarios de la ciudad presentes y un alto nivel de interés por parte de los mirandeses consagraron a esta edición como la más exitosa de los últimos años.
Y aunque la gran mayoría visita la muestra para mirar, fueron muchos los contactos que se hicieron para futuras ventas y muchos, más de los esperados, los que se marcharon a casa siendo propietarios de alguno de los 170 coches que estaban a la vista.
Con precios que iban desde los 8.000 euros, el más barato, hasta los que superaban ampliamente los 50.000, la mayor demanda de la Feria estuvo ayer en los vehículos todo terrenos y en los mono volumen o familiares.
Reactivación
El mercado de rodados hay que reactivarlo sea como sea y nada mejor que sacar el producto a la calle para ‘tentar’ a la ciudadanía con ofertas y oportunidades. En este sentido, el presidente de la Federación de Asociaciones Empresariales (FAE), Juan Darrosez, calificó de positiva la jornada, sobre todo, «porque somos once concesionarias en Miranda y diez estamos hoy [por ayer] en la calle», dijo.
Ni la bajada de los coches ni la organización tuvo un solo pero para la organización. «Para nosotros es algo bonito tener a todas las marcas aquí y también para la gente que en un paseo de un kilómetro puede ver todo», señaló.
Razón no le faltaba porque en la peatonal pudieron lucirse todas las marcas de vanguardia y las clásicas: Chevrolet, Renault, Dacia, Hyundai, Fiat (que regresó a la feria), Lancia, Jeep, Skoda, Mazda, Land Rover, Toyota, Suzuki, Kia, Lexus, Citroën, Peugeot, Ford, Seat, Volkswagen y Audi. La única ausente, Opel.
Los mirandeses hicieron contactos, compraron, miraron y muchos se animaron a sentarse y a probar los vehículos. «La gente sabe lo que quiere, las familias buscan el mono volumen y los jóvenes se decantan por un coche más pequeño», agrega Darrosez.
Los coches híbridos representan la nueva, y ecológica, tendencia. Aunque en estos casos no es sencillo traerlos para la feria porque hay una gran demanda en las fábricas, cuenta.
Otro de los que ayer manifestó satisfacción fue el alcalde de la ciudad, Fernando Campo. El edil considera que «en época de crisis es importante que se aplique la imaginación y que la gente vea el producto, es mejor ver el coche», dijo, al tiempo que agregó que es clave «que los que venden las cosas tiene que querer potenciarse».