Braceras reconoce errores, pide perdón y dimite voluntariamente

Á.M / B.G.R. / Burgos
-

Comunicado. El vicealcalde Ibáñez leyó un texto de renuncia en el que también se aluden problemas de índole personal para irse

González (c.) entre el vicealcalde Ibáñez y el alcalde Lacalle en foto de archivo. - Foto: Luis López Araico

Mal día el de ayer para ser portavoz del Ejecutivo local. El vicealcalde, Ángel Ibáñez, estaba citado con los medios, como cada jueves, para dar cuenta de lo ventilado en la Junta de Gobierno local, pero la noticia no estaba ahí y cumplir con el trámite no se le hizo fácil a quien ha sido y es la persona más afín al concejal de Obras y Servicios, Santiago González Braceras, dentro del equipo de Lacalle (y antes en el de Aparicio).

Culminado el expediente, Ibáñez cogió aire y explicó que «en la mañana de hoy -por ayer- hemos recibido una notificación del concejal Santiago González Braceras que paso a leerles íntegramente». Y hasta ahí llegó porque tuvo que detenerse durante casi un minuto para no romper a llorar sobre la mesa del salón de prensa. Después procedió a la lectura del comunicado, que pueden leer íntegro junto a estas líneas.

Del escrito, que fue redactado por un abogado en Burgos, se desprenden dos ideas muy claras. La primera es que el concejal ‘popular’ asume, como «errores involuntarios», que existen en su gestión algunas sombras que han puesto seriamente en cuestión su condición de cargo público en los últimos meses. Por otro, que las polémicas que arrastra están afectando a su vida privada y que opta por la retirada, que en ningún caso, al menos tal y como se desprende de las declaraciones del propio alcalde, Javier Lacalle, ha sido propuesta por su Partido.

Fuentes familiares de su entorno más próximo confirmaron a este periódico en la tarde de ayer que «la causa de la dimisión son los errores que se han cometido y, aunque es cierto que en ellos no hubo voluntariedad, los reconocemos. También es verdad que eso ha afectado a la salud» del todavía corporativo. Las mismas fuentes abundan en el deseo de Santiago González de pedir disculpas a los ciudadanos, como ya hiciera en el texto leído antes por Ibáñez.

Todo parabienes

A pesar de que resulta obvio que las prácticas cuestionables que González Braceras acumulaba en asuntos como el uso de coches oficiales o la concesión de contratos a empresas que después subcontrataban a la de su familia, han sido el catalizador de la decisión, Lacalle quiso centrar la dimisión en una cuestión personal desencadenada por cuestiones de salud de ámbito privado.

«Como alcalde -dijo- solo puedo sentir agradecimiento por un trabajo extraordinario al servicio de la ciudad durante casi diez años y respeto por una decisión que ha sido estrictamente personal», se arrancó Lacalle. Para el jefe de filas de González, su implicación en las labores de ciudad ha sido de «24 horas al día» y «lo ha hecho francamente bien».

Solo después de ser preguntado, admitió que «no se puede obviar lo que ha ocurrido en los últimos días y estoy convencido de que le ha influido». «Desde luego, críticas o circunstancias como las de estos últimos días o semanas para nada benefician esa salud o la entereza de una persona; creo que eso determina que haya decidido vivir un poco más tranquilo», continuó antes de rematar su discurso considerando «admirable» la decisión de González «ya que nadie le ha pedido que lo dejase».

Por último, y solo ante la insistencia de la prensa en vincular lo sucedido con el polémico uso de los coches oficiales, Lacalle fue tajante y descartó «completamente» la posibilidad de que se produzcan «más dimisiones» en el seno del equipo de Gobierno.

 

COMUNICADO ÍNTEGRO DEL CONCEJAL

«Desde hace dos días me encuentro fuera de la ciudad de Burgos por motivos de salud. Como consecuencia del desarrollo de mi cargo de concejal del Ayuntamiento de Burgos, se han visto afectadas de un modo cada vez más notorio tanto mi salud como mi vida personal y familiar.

Es por ese motivo que, a través del presente escrito, formulo mi dimisión con carácter irrevocable. Quiero agradecer la confianza y el cariño que han depositado en mí los dos alcaldes, Juan Carlos Aparicio y Javier Lacalle, con los que he compartido mandato. En todo caso, entré en política por mi cariño a la ciudad de Burgos sin otra pretensión que defender los intereses de los burgaleses.

Cualquier error que haya podido cometer ha sido involuntario, y quiero pedir por ello disculpas a los ciudadanos de Burgos. El presente anuncio de dimisión será hecho oficialmente en el registro del Ayuntamiento de Burgos tan pronto como regrese a la ciudad una vez finalizadas todas las revisiones médicas que tengo programadas».