Un Carnaval para hacer el payaso

Gadea G. Ubierna / Burgos
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Fofito y el circo fueron los disfraces más vistos en el desfile de ayer por la tarde, en el que no faltaron piratas, vikingos, médicos o indios. También hubo quien apostó por hacer humor de la crisis

Los ‘Fofitos’ de Burgosalsón, al ritmo de un «¿Cómo están ustedes?» cantado a coro. También el Club Ciclista Burgalés se vistió del famoso cómico. - Foto: Valdivielso

Si algo puede decirse del Carnaval de Burgos es que es práctico: cualquier disfraz es bueno siempre y cuando permita ponerse debajo la cazadora más otras tantas capas. Y si a eso se le añade el Gangnam style como banda sonora -canción con la que muchos pierden el sentido del ridículo sin ningún pudor- pues entonces sí es posible organizar un desfile de Carnaval a cuatro grados, que es lo que marcaba el termómetro justo cuando las peñas y comparsas empezaban a caminar por el Espolón. Como de costumbre, hubo trogloditas, piratas, vikingos, indios, médicos y súper héroes, pero los reyes de la tarde fueron, indiscutiblemente, Fofito y el circo.

El cómico, que la pasada Navidad protagonizó un anuncio en el que redactaba el currículum de España, sirvió de inspiración para la peña Burgosalsón y para el Club Ciclista Burgalés, aunque hubo otros tantos grupos que se caracterizaron como personajes del circo: desde payasos hasta acróbatas y lanzadores de cuchillos. Como era de esperar, también hubo quien decidió poner una chispa de humor a la crisis ‘disfrazándose’ de parados o, mucho más original, los chicos de Juventud Obrera Cristiana que se vistieron de sobres con destino a Estados Unidos, Alemania, Suiza o Japón para representar la fuga de cerebros. Eso sí, todos muy abrigados.

El desfile lo abrieron, como siempre, los danzantes, jinetes, cabezudos y zancudos ataviados al estilo de la corte versallesca que caminaban precediendo a don Carnal, quien trataba de arengar a las masas vociferando la típica frase hecha de «¿Quien ha dicho que en Burgos hace frío?» e incitando al desenfreno. Mucho mejor se escuchaban las reprimendas de Cuaresma, que tildó de «pecadores» y de «guarras» al grueso de los espectadores e, incluso, les recriminó que asistieran a semejante espectáculo. «Siete días dura el llanto por un muerto, pero el llanto por un pecador dura toda la eternidad», clamaba.

Payasos, majorettes y toda clase de personajes del circo y de los cuentos pusieron color a las calles del casco histórico.Payasos, majorettes y toda clase de personajes del circo y de los cuentos pusieron color a las calles del casco histórico. - Foto: Valdivielso A continuación, y también como otros años, iban la asociación de Síndrome de Down, de los pocos que prescindieron del Gangnam style y se mantuvieron fieles al motivo de su disfraz: Abba y su repertorio. A continuación desfiló Aspanias, que hizo alarde de su buen humor con una pancarta en la que ponía «Si se pone a nevar, sal a bailar», algo que ellos trataban de hacer vestidos de payasos. También hubo alusiones al inclemente tiempo burgalés en la comitiva formada por el centro ocupacional El Cid, que bajo el logo de «Estamos congelados» lucieron el cómodo disfraz de pingüino.

Los chicos de Síndrome de Down no fueron los únicos que pensaron en un grupo de música archiconocido, ya que la peña San Vicente La Ventilla escogió nada más y nada menos que al rey del rock: Elvis. Con tupé, patillas, botas de puntera y todos los complementos. Lo paradójico es que, a pesar de comenzar con temas de su repertorio, acabaron pasándose al Gangnam style, que surtió efecto inmediato e hizo que todos se pusieran a bailar la famosa coreografía que llevaban preparada aunque no todos se la sabían.

A partir de ahí, mucho homenaje a personajes de cómic, como Zipi y Zape; de la literatura, como todos los personajes de El Mago de Oz o Pinocho; de los videojuegos, como Súper Mario; o del cine con un amplio repertorio de personajes de Avatar, La Guerra de las Galaxias o El Señor de los Anillos, entre otras.

Crisis

No se sabe si de forma premeditada o no, la parte crítica del desfile se dejó para el final. Los primeros en hurgar en la herida fueron un grupo de pollos y gallinas que hicieron sonreír a muchos de los espectadores con una pequeña pancarta de mensaje claro:«Chorizos, ladrones, nos vais a dejar cacareando y sin plumas. Corruptos».

También muy reivindicativos fueron los integrantes de Juventud Obrera Cristiana que, como ya se ha explicado con anterioridad, representaron de forma original la fuga de cerebros al extranjero vistiéndose de cartas en las que el mensaje era: «Albañil, destino Alemania», «Médica, destino EE.UU», «Científica, destino Suiza», «Periodista, destino Bélgica», «Profesor, destino Finlandia» y así con muchos otros oficios.

Tras ellos, aunque mezclados con más payasos, aztecas, incas y otros personajes salieron los más críticos:la Plataforma de Afectados por la Hipoteca que, además de simular desahucios y la opresión de los bancos, directamente convocaron al personal a una concentración que se celebrará el próximo sábado en la plaza del Cid.

En el Carnaval, hay sitio para todo.