Los ganaderos no quieren razas invasoras como uros y bisontes

I.P. / Burgos
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Peligros. Alertan de la posible entrada de enfermedades y denuncian que los uros han saltado el vallado y vagan por la zona

Los uros llegaron a Salgüero de Juarros hace hoy ocho días desde Holanda. - Foto: Ricardo Ordóñez (ICAl)

Con los uros ya en terrenos de Salgüero de Juarros desde hace una semana, los ganaderos que conforman la Agrupación de Defensa Sanitaria (ADS) de ganado vacuno extensivo Sierra de la Demanda, vuelven a arremeter contra el proyecto Paleolítico Vivo que pretende instalar una reserva en el entorno de Atapuerca de bisontes, uros y caballos denominados tarpanes y przewalskis.

La oposición de los ganaderos a esta iniciativa con la que la asociación promotora pretende impulsar el turismo y la economía de la comarca, se debe tanto a motivos estrictamente ganaderos como sanitarios, medio ambientales y administrativos. La ADS ya ha solicitado un reunión con el delegado territorial de la Junta para abordar todas estas cuestiones que preocupan a estos profesionales del medio rural, un sector que ya se ha visto muy ‘tocado’ por la crisis de la ganadería, pero que están dispuestos a defender su ’territorio’ de lo que considera animales invasivos. La ADS‘Sierra de la Demanda’ reúne en la comarca unas 2.700 vacas reproductoras, lo que implica en torno 4.000 cabezas de ganado vacuno en determinadas épocas del año, además de miles de cabezas de ovino y caprino, según datos por aquélla.

A este respecto, los ganaderos muestran su preocupación porque la llegada de estas especies, que consideran de difícil manejo -como así se ha demostrado ya que en cuanto desembarcaron que saltaron el vallado y están dispersos por la zona, apuntan-, conlleva no poder desarrollar unos programas sanitarios adecuados, así como controles oficiales obligatorios para estas especies tales como tuberculosis, brucelosis, perineumonía y leucosis bovina, a las que sus explotaciones llevan más de 25 años sometiéndose, afirman.

Añaden, por otra parte, la posibilidad de que con estos animales entren nuevas enfermedades infectocontagiosas y parasitarias en la zona y que en la época estival, los insectos supondrían un vehículo para las transmisiones de enfermedades. Alejandro Fisac, veterinario de la ADE recuerda que estos animales proceden de una zona en la que hay problemas con el virus de Schmallenberg «que afecta a rumiantes, produce graves efectos reproductivos como abortos, malformaciones fetales y muertes en recién nacidos, así como cuadros febriles y muertes en animales adultos».

 Igualmente, consideran que la introducción de estas especies supone un grave atentado contra la flora y la fauna autóctonas, «mientras que nuestras explotaciones contribuyen de forma positiva al mantenimiento del medio ambiente, ya que llevan cientos de años conviviendo con el resto de especies autóctonas, al mismo tiempo que son compatibles con el aprovechamiento cinegético, micológicos y forestal de esas zonas y con la  práctica del senderismo, actividades que serían incompatibles con la presencia de algunas de las especies integrantes del proyecto, como los bisontes», puntualizan desde la ADS. Añaden, por otra parte, que estos recursos generan ingresos económicos a las localidades, además de ser disfrutados por los vecinos, lo que no sucedería, a su juicio, una vez que las especies foráneas estén pastando en la comarca.

Desde el punto de vista turístico, tampoco entienden que vaya a resultar beneficios el proyecto, como tampoco comparten que se vayan a sacrificar esos animales para introducir la dieta paleolítica en la zona. «Nuestras explotaciones suponen un  elemento de creación de puestos de trabajo (pastores, vaqueros, fábricas de pienso, veterinarios...) además de nuestro sustento y modo de vida, que llevamos practicando en esta zona durante cientos de años», añade en defensa de sus explotaciones extensivas.

DESPLAZAMIENTOS

No menos importante que todo lo anterior son para los ganaderos de Demanda otros aspectos.Consideran que al ser especies invasivas, el efecto inmediato es el desplazamiento de los animales autóctonos de sus nichos naturales e, incluso, podrían hacer desaparecer a otras especies.   

Pero además, y entrando en el proyecto concreto de Paleolítico Vivo, los ganaderos entienden que las cosas se han hecho mal. Para empezar, consideran insuficientes los cercados y critican el vallado  realizado en el monte de Salgüero de Juarros a donde llegó el pasado sábado la primera  manada de uros «que se escaparon nada más bajar del camión», dicen para añadir que desde entonces vagan por terrenos de Arlanzón, Brieva y Urrez. «En nuestra zona, la Consejería de Medio Ambiente nos obliga a realizar vallas cinegéticas que permiten el paso de las especies silvestres; eso nos hace pensar que nunca se va a poder colocar vallados suficientemente resistentes para impedir la salida de estos animales así como de los bisontes, y que al mismo tiempo cumplan con la normativa de la Consejería», explican.

No queda ahí sus críticas,los representantes de la ADS critican que al ganadero de Salgüero, el alcalde le haya «obligado de abandonar la zona de pastizal, la mejor del pueblo, para que pudieran soltar las vascas heck». También creen que cómo aprovechamiento  forestal que es el monte, debería haberlo sacado a subasta pública.

A este respecto, el propio alcalde manifestaba a DB días pasados que en el monte de Salgüero hay suficientes pastos para el único ganadero que queda y para los animales del Paleolítico Vivo.