El otoño que viste al turismo del Bierzo

ICAL
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La vendimia y la recogida de la castaña se suman a los atractivos gastronómicos y paisajísticos que la comarca ofrece al visitante en esta época del año

Con la llegada del otoño, los paisajes del Bierzo se engalanan para ofrecer espectaculares estampas de bosques teñidos con colores que van desde el amarillo al rojo, brumas que esconden parajes secretos y mesas cargadas de sabrosos alimentos con los que combatir el frío que ya llama a la puerta. Además, la comarca vive durante estos meses volcada con dos de los productos de calidad de la gastronomía local, la castaña y el vino, convertidos en los principales protagonistas de las Jornadas Gastronómicas que se celebran también durante esta época. Los tradicionales magostos y el pujante enoturismo son, durante los últimos meses del año, dos de las puntas de lanza del auge turístico que la comarca berciana ha experimentado en los últimos años.

Al respecto, la tradición del magosto se celebra en las cercanías del día de Todos los Santos, habitualmente tras la puesta del sol, y consiste en una reunión de vecinos alrededor de un fuego, preferiblemente hecho con leña de piorno, sobre el que se coloca el 'chambombo', el tambor en el que se asan las castañas que previamente se han recogido. Aderezada con vino, la fiesta, que algunas fuentes relacionan con un origen celta, es una de las de más raigambre en la zona.

Por ello, no hay ayuntamiento, junta vecinal, asociación o colectivo que no organice su propio encuentro de fraternidad con la castaña como protagonista, lo que ha provocado que algunos establecimientos hoteleros del entorno rural hayan tenido que modificar sus reservas después de que los clientes tuvieran noticia de la celebración de alguna de estas fiestas en las cercanías. De entre los magostos más reconocidos en la comarca, destaca el de Páramo del Sil, declarado manifestación popular de interés turístico provincial y cuya edición número 12 se celebra este fin de semana, con muestras de artesanía, mercadillos, talleres, degustaciones, bailes y vistas por el entorno.

Castañas y magostos

Con un potencial que el presidente de la asociación de castañicultores Tres Valles, José Luís García, sitúa en el millón de kilos al año, la castaña del Bierzo sufre este año una campaña desigual que no duda en calificar de “año malo” en la zona del Bierzo Oeste, con pérdidas que rozan la mitad de la producción. Así, los cerca de 70 productores asociados a Tres Valles, recogerán, según las previsiones de la asociación, unas 60 toneladas, frente a la centena que se esperaban recoger antes de las primeras heladas y nevadas de la temporada, que provocaron la caída de algunas ramas cargadas de erizos, dando al traste con su cosecha. En la zona de Las Médulas, en cambio, la producción fue bastante mejor, explicó García.

Más allá de los resultados de esta campaña desigual, Tres Valles quiere continuar impulsando su “apuesta por el desarrollo rural” con la castaña como bandera, con iniciativas como el concurso de platos elaborados con castañas que el año pasado consiguió reunir a 24 participantes o la convocatoria que la asociación hará llegar a los establecimientos y bares de la zona para organizar unas jornadas basadas en la castaña en paralelo a las Jornadas Gastronómicas del Bierzo. Al respecto, García avanzó que esta última iniciativa se pondrá en marcha a modo de “experiencia piloto” durante un fin de semana para comprobar el alcance que puede tener.

A la vertiente cultural del magosto se suma la “belleza paisajística” de los sotos de castaños, especialmente coloridos en esta época, y que pueden verse gracias a las rutas que recorren los mágicos entornos donde crecen estos gigantes centenarios, una auténtica “riqueza para la zona”, subrayó García. Los dos recorridos, 'Entre castaños' y 'Entre fuentes y muiños', recorren localidades del oeste de la comarca como Balboa, Herrerías, Trabadelo o Vega de Valcarce. Tras señalizarlos y adecuarlos al paso de los caminantes durante los últimos dos años, ambos senderos constituyen ya un atractivo turístico más en la zona, como demuestra el hecho de que el recorrido 'Entre castaños' se haya incluido este año en el paquete de rutas por los productos de calidad del Bierzo organizado por el Consejo Comarcal.

Objetivo: 30.000 enoturistas

Precisamente, el estreno de esta ruta dedicada a los castaños dentro del calendario de recorridos organizado por el Consejo Comarcal tuvo lugar una semana antes del trayecto que la institución organiza por los viñedos de la comarca, lo que prueba que castaña y vino son sinónimos del otoño en el Bierzo. Con vides de más de medio siglo, que acreditan al territorio berciano como la zona con más superficie de viñedo viejo en España, el auge del enoturismo, que el año pasado atrajo al país a más de tres millones de visitantes, lo intenta canalizar en la comarca la asociación Bierzo Enoturismo, que agrupa a 82 socios entre bodegas, restaurantes, alojamientos, comercios, museos, ayuntamientos y oficinas de turismo. “Las rutas de enoturismo son las que están tirando del turismo de interior”, recalcó la presidenta de la asociación, Misericordia Bello, que también preside el Consejo Regulador de la Denominación de Origen (DO) de los Vinos del Bierzo.

Según datos de la Asociación de Ciudades del Vino (Acevin), la ruta berciana creció el año pasado un 11 por ciento hasta llegar a los 27.027 visitantes. De ellos, cerca de 12.000 pasaron por alguna de las bodegas asociadas, con un gasto medio de entre 13 y 14 euros, mientras que el resto centró su visita en museos y centros de interpretación. De cara a este año, Bello confía en superar el umbral de los 30.000 viajeros, gracias a iniciativas como incluir en su oferta, desde este pasado verano, el avistamiento de osos pardos en localidades como Villablino, Palacios o Páramo del Sil. Se trata de la primera ruta enoturística de España que ofrece esta opción, que se completa con cursos gratuitos para formar a los empleados del sector como “transmisores de buenas prácticas”.

En la misma línea, Bello valoró que la asociación vive su mejor momento desde su creación, una vez superados los problemas económicos que obligaron a mantenerla parada durante varios años. “La Junta está entendiendo la importancia del enoturismo, pero seguimos necesitando ayudas públicas porque carecemos de fondos propios”, recalcó la presidenta, que recordó que el sector recibió en 2017 a cerca de medio millón de enoturistas en Castilla y León.

Además, Bierzo Enoturismo ocupará durante el próximo año una de las 14 vocalías de la la Mesa de la Gastronomía de Castilla y León, en representación de todas las rutas del vino certificadas. Desde esa posición, la asociación coordinará e impulsará la actividad promocional para fomentar la Comunidad como destino enológico, gastronómico y turístico. El hecho de que la unión entre el sector del vino y el de la restauración es cada vez más estrecha lo demuestra también la aportación de 600 euros que la DO Bierzo hace de cara a la celebración de las Jornadas Gastronómicas, cuyo mantenedor en la edición de este año, el prestigioso bodeguero riojano Álvaro Palacios, también proviene del mundo del vino.

La mesa como punto de encuentro

Todos estos manjares que la comarca ofrece al visitante otoñal se pueden encontrar en los menús de las Jornadas Gastronómicas del Bierzo, un evento que este año alcanza su edición número 34. Desde mediados de octubre y hasta principios de diciembre, 38 restaurantes ofrecerán durante los fines de semana menús elaborados con productos de los sellos de calidad de la comarca a un precio mínimo de 20 euros y máximo de 35 euros.

Según la encuesta realizada por el Consejo Comarcal el año pasado, los cerca de 30.000 comensales que participaron en las Jornadas de 2017 representaron un aumento de casi el diez por ciento con respecto a los anteriores datos registrados, correspondientes a 2015. La misma encuesta apuntó que un 70 por ciento de los restaurantes experimentaron un crecimiento o mantuvieron el número de clientes con respecto a anteriores ediciones.

Al respecto, la presidenta de la asociación de restaurantes del Bierzo, Ángela Figuero, recordó que la iniciativa de las Jornadas nació con el objetivo de “dinamizar una época del año floja”. “En su momento se consiguió y ahora creo que hay más movimiento del que habría en caso de no existir”, valoró Figuero, que consideró que el gran objetivo del evento es “darse a conocer fuera de la comarca, en el resto de Castilla y León y de España”.