La normalidad regresó ayer a los centros de salud de Burgos y del conjunto de Castilla y León después de tres días de retrasos y dificultades de gestión generados por un fallo informático a gran escala dentro de la red de Atención Primaria de la Comunidad.

Los problemas con los servidores de acceso al programa Medora, causantes de las complicaciones y molestias originadas en los tres últimos días tanto a pacientes como a profesionales de los centros de salud, quedaron resueltos desde primeras horas de la jornada de ayer, lo que permitió recuperar el tráfico normal de solicitudes de citación, consulta de historiales clínicos y recetado de medicamentos, trámites que dependen de los terminales informáticos.

Los profesionales consultados apuntaban que la menor afluencia de pacientes propia de estos días de agosto ha evitado que el caos y los retrasos fuesen mayores, y no creen que se haya quedado una gran cantidad de trabajo pendiente de resolver.

Desde la Junta, que el jueves pidió disculpas a pacientes y profesionales por lo ocurrido, se informó de la toma de medidas urgentes para minimizar los efectos del fallo informático en la asistencia a los pacientes, como por ejemplo la puesta en marcha el miércoles de doce nuevos servidores a nivel central que han incrementado la capacidad del sistema y han permitido paliar en parte el problema para poder prestar el servicio con los menores retrasos posibles.

Además, desde la Dirección General de Asistencia Sanitaria se dieron una serie de recomendaciones a los profesionales hasta que el programa Medora volvió a funcionar con normalidad, tanto en lo referido a garantizar la prescripción de medicamentos como por ejemplo evitando tareas o actividades no urgentes en el sistema informático, o demorando lo que se pueda (informes, volantes, partes de incapacidad) para minimizar las molestias a los usuarios.