Aunque sea incomprensible, máxime después de conocer el récord de visitantes que registró Burgos en 2017, uno de los reclamos turísticos más atractivos de la ciudad permanecerá cerrado al público hasta abril. Y todo ello motivado y justificado en los cambios a los que va a ser sometido el Centro de Información y Recepción de Turistas y en tanto se prepara un nuevo concurso para la gestión de éste y de las visitas a la fortaleza. La decepción en los rostros del autobús de turistas franceses que la semana pasada quisieron visitar la vieja barbacana castellana era elocuente. Con las puertas cerradas, un pequeño cartelito anunciaba su cierre por obras. Que nadie se imagine una gran reforma: sólo se está tapando un boquete que lleva meses abierto. El cierre está motivado por lo antes reseñado.