El hombre de 49 años que atracó a un taxista en el barrio de Juan XXIII en la noche del 25 de agosto de 2017 habrá de cumplir una pena de 4 años y dos meses de prisión por la comisión de tres delitos, el de robo con violencia e intimidación en grado de tentativa, conducción temeraria y lesiones. Asimismo, habrá de indemnizar al profesional con 8.800 euros por los días que estuvo de baja, por las secuelas y por el lucro cesante (el dinero que dejó de ganar por no poder trabajar). La Audiencia de Burgos acaba de confirmar la sentencia del Juzgado de lo Penal número 3.

Los hechos ocurrieron a las 22,45 horas, cuando el encausado -delincuente habitual- cogió el taxi en una parada de la calle Vitoria. Al poco tiempo sujetó con su brazo izquierdo al conductor y con el otro esgrimió un cuello de botella roto con el que lesionó en cuello y manos a la víctima mientras le exigía que le entregara todo el dinero que tuviera.

El taxista pidió auxilio y sus gritos fueron escuchados por un grupo de personas que se hallaba en el bar El Estribo, en Juan XXIII. Una de ellas se percató de que en el vehículo había una sombra forcejeando. Se acercó, abrió la puerta y vio al acusado enganchado al cuello del profesional del taxi, que lo tenía lleno de sangre. Para evitar la tragedia, según declaró el propio testigo, metió medio cuerpo en el interior del coche para obligar al agresor a soltar al conductor, mientras le gritaba a éste que saliera del vehículo y se alejara, algo que consiguió. Se refugió en un bar y esperó la llegada del personal sanitario y de una ambulancia.

El delincuente también se apeó del automóvil pero en el acto se volvió a introducir en él por la puerta del conductor y puso en marcha el taxi, que condujo a gran velocidad por la vía pública. Se subió por un bordillo, circuló por la acera y a punto estuvo de atropellar a una mujer que se encontraba en la calle. En su intento de huida provocó daños en cuatro coches que se topó por el camino.

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