Manuel Díaz, El Cordobés, no necesita presentación... Y menos aún en una plaza que le adora y que cada año se llena para celebrar su cumpleaños.
¿Le ilusiona estar en la Feria de inauguración del Coliseum?
¡Lo que me ilusiona es que no se tirara la plaza! En serio, yo sufro cada vez que derriban un coso taurino.
¿Pesa la responsabilidad de saber que el 30 es uno de los días que la gente más espera de la Feria e, incluso, de los Sampedros?
¡Qué va! El día de mi cumpleaños aparcó a El Cordobés por El Burgalés. Me hace mucha ilusión estar con mis peñas, con mi gente, con mis amigos de Burgos.
¿En qué va consistir el acto que va a protagonizar la misma mañana del festejo?
Pues, a partir de las once, quiero hacer partícipe a a mis amigos de Burgos, de lo que son los valores del toreo.
¿Es más necesario que nunca defender esos valores?
Yo creo que la Fiesta se defiende sola. Pero es cierto que la gente ha aprovechado ese momento de crisis que parece que pueden atravesar los toros. Nos ven vulnerables y, por eso, es momento de reivindicar nuestra libertad.
Una reivindicación que incluso planteó ante Pablo Iglesias.
Yo me acerqué a este hombre porque le he oído hablar del pueblo. Y si quiere saber lo que es el pueblo, el hambre, el esfuerzo... no tiene más que arrimarse a mí, que lo he vivido. Así que intenté explicarle que prohibir la Fiesta es una absurdez que crearía un caos en España.
¿Cómo surge la idea de encerrarse con seis toros en un festejo benéfico el 14 de junio en Parla?
Me considero una persona agradecida a la vida por las cosas que he conseguido, así que trató de poner siempre mi granito de arena donde me necesitan. Mira, yo me acuerdo de cuando era pequeño, que muchísima gente nos echó una mano con cosas tan pequeñas como que me pudiera comer un bocadillo para que, al menos, me acostase con el estómago lleno. Y, por eso, al ver la situación que está atravesando España con el hambre infantil, pensé que podía ser bonito encerrarme con seis toros para ser un eslabón más del Banco de Alimentos y para concienciar a la sociedad de que, ahora más que nunca, necesitamos al español de a pie. Así, hemos conseguido 300.000 comidas para repartir este verano. No descarto, de hecho, seguir haciendo este tipo de eventos y quiero que cada año se celebre en un punto distinto.
¿Es consciente de que acciones como esa defensa de la Fiesta y ese festejo benéfico le están convirtiendo en un referente, incluso para esos aficionados a los que no convence su toreo?
Siempre he dicho que se pueden discutir las formas que tengo, pero soy un hombre que se entrega para defender la verdad. Y cuando uno defiende la verdad, eso tiene muchísima fuerza. Así que yo defiendo el hambre que me ha quitado el mundo del toro, la grandeza del toreo, la defensa que hacemos del toro... De hecho, sinceramente, los toreros, los empresarios y todos los que formamos la Fiesta deberíamos dejar claro que si nos cruzamos de brazos, paralizamos un importante motor económico de este país. A veces, ni nosotros mismos somos conscientes de lo que representamos que es, ni más ni menos, que el segundo espectáculo por afluencia de público y por dinero.