La Ventanilla Única tramita el alta de una empresa cada día hábil del año

R. Travesi / Burgos
-

El servicio que acoge la Cámara de Comercio de Burgos ha impulsado 131 nuevos negocios en el primer semestre de 2013, lo que supone un incremento del 31% con respecto al mismo periodo del ejercicio pasado

Imagen de archivo del servicio de Ventanilla Única Empresarial, en la sede de la Cámara de Comercio de Burgos. - Foto: Ángel Ayala

El autoempleo es una alternativa  que cobra fuerza entre las personas que ven un negro panorama  para encontrar un trabajo por cuenta ajena. Cada vez son más los que deciden dar el paso y convertirse en emprendedores o montar su propio negocio. A diferencia de lo que ocurría antes, ahora el interesado en crear una empresa (por pequeña que sea) desea obtener toda la información y el asesoramiento posibles, además de agilizar los trámites administrativos. Es algo que hoy está al alcance de cualquiera con la Ventanilla Única Empresarial (VUE), que facilita la labor a los emprendedores porque permite realizar en un mismo espacio físico y en un tiempo de poco más de una hora todo lo necesario para poner en marcha la actividad deseada. En un momento en que tanto se habla de la necesidad de acabar con las duplicidades entre las entidades públicas, la Ventanilla Única es un claro ejemplo de la colaboración entre instituciones y administraciones. En este caso, van de la mano la Cámara de Comercio e Industria (sede del servicio), la Junta de Castilla y León, el Ayuntamiento de Burgos y la Administración General del Estado, que es la que coordina todo el proceso.

Se trata de una iniciativa que funciona y que recibe el respaldo de los ciudadanos porque no para de aumentar el número de conultas y las empresas formalizadas. La Ventanilla Única ha impulsado la creación de 131 empresas en el primer semestre del año, por lo que es un incremento del 31% respecto al mismo periodo de 2012. Además, de mantenerse esta actividad, es previsible que el presente ejercicio acabe como uno de los mejores de este servicio que funciona desde 2000.

El año pasado ya fue muy positivo, con la puesta en marcha de 214, y todo parece indicar que será superado con creces en 2013. Además, es una cifra superior a la de los últimos años puesto que en 2009 fueron 154 y en 2010, 148. Fuentes de la Cámara de Comercio de Burgos apuntan que es un dato muy positivo, sobre todo teniendo en cuenta la situación económica actual.  

Cerca del 60% de las empresas creadas desarrolla proyectos empresariales relacionados con el comercio minorista (24). Hay una tendencia al alza de las actividades profesionales como restauradores de arte, profesiones técnicas (ingenieros o arquitectos), además de profesores, psicólogos o comerciales. Ya suponen el 43% del total, por lo que son proyectos que no obligan a contar con un establecimiento abierto al público. De ahí que requiera una escasa inversión porque estas actividades se suelen realizar en el domicilio particular. También hay negocios de hostelería y turismo (14), además de servicios personales (14), construcción (7) y servicios a empresas (7), entre otros.

La ubicación de esos autónomos es mayoritaria en la capital puesto que de las 131 empresas creadas por la Ventanilla en el primer semestre, 103 están instaladas en Burgos y solo 28 en el resto de la provincia.

En cuanto a la forma jurídica de constitución, el 87% fue bajo la forma de empresario individual, lo que supone la creación del propio puesto de trabajo. Es decir, un autónomo más que, según apuntan desde la Cámara, es la opción más sencilla, con escasos trámites, sin costes de constitución y sencillez en la tributación.

Un dato novedoso de la actividad de la Ventanilla Única entre enero y junio ha sido el incremento del porcentaje de mujeres que ha decidido montar una empresa. En lo que va de año, hay casi un reparto del 50% entre mujeres y hombres, cuando lo habitual era que hubiera mayor protagonismo por parte de los varones.

La técnico de la Cámara Susana Pinedo ha comprobado un cambio de actitud entre los parados en los últimos años. «Antes, los desempleados apuraban más el paro y comenzaban a buscar un trabajo o se planteaban montar un negocio cuando iba a acabar la prestación», precisa. En cambio, ahora hay muchas personas que nada más quedarse en paro deciden crear una empresa por su cuenta. «Es la única manera de seguir en el mercado y mantener la cartera de clientes o los contactos que tenía cuando trabajaban en otro lugar», apunta. De ahí que muchos decidan capitalizar la prestación y utilizar ese dinero para las primeras inversiones.