Un médico afirma que había más sedaciones "de lo habitual"

M.L.M. (ICAL)
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El Juzgado de lo Penal número 2 de Burgos acoge la tercera sesión del juicio de las sedaciones contra el exjefe del Servicio en el centro asistencial, Juan Antonio Huidobro

El doctor Juan Antonio Huidobro, durante el juicio celebrado a finales de 2018. - Foto: Alberto Rodrigo

El médico del Servicio de Medicina Interna del Hospital Universitario de Burgos (HUBU), J.L.G., que llevó al anciano de 95 años tras la reversión de la sedación paliativa, declaró hoy que “hacía meses que el porcentaje de sedaciones realizadas por el doctor Huidobro se había incrementado mucho más de lo habitual de lo que puede considerarse estándar”.

Por ello, preguntado por la acusación particular, indicó que existía “inquietud” en el Servicio de Medicina Interna porque “pasaban cosas que se salían un poco de lo normal” y apostilló que eran “cosas un poco extrañas”. “Casi todas las semanas había una sedación en nuestra planta y llamaba la atención, aunque podía ser que fuera necesaria”, relató, tras precisar que él “en un año podía haber indicado la necesidad de entre cinco y siete sedaciones paliativas”.

Asimismo, respondiendo al Ministerio Fiscal, reconoció que participó en la reunión del Comité de Bioética del HUBU “cuando se trató de forma general” la consulta realizada por el internista C.D., quien pidió asesoramiento sobre su actuación de revertir la sedación paliativa del paciente a petición de sus familiares, entre ellos, de su tutora legal.

Si bien, el testigo perito en su declaración afirmó hoy que cuando se crea una comisión específica para abordar el asunto no participa, para despejar dudas de que pudiera existir animadversión hacia el acusado, dado que a preguntas del letrado de la defensa, recordó que fue jefe en funciones del Servicio de Medicina Interna del HUBU y que cuando se suspende al doctor Huidobro concurre al proceso de selección para optar a su plaza, si bien no le fue adjudicada.

“No existía disnea”

El Juzgado de lo Penal número 2 de Burgos acogió la tercera sesión del juicio de las sedaciones contra el exjefe del Servicio de Medicina Interna del HUBU, Juan Antonio Huidobro, por un presunto delito de homicidio por imprudencia grave profesional y otro de lesiones por imprudencia grave profesional.

Así, este testigo, el doctor J.L.G., aseguró que cuando “conoce” a este paciente de 95 años –el 7 de enero de 2015- “no existía disnea” y apuntó que “presentaba un perfil similar al de otros pacientes” que ingresan en este Servicio de Medicina Interna y definió su estado como “anciano frágil” que presentaba “una situación clínica razonablemente estable”. “Cuando yo conocí al enfermo no había ninguna indicación de sedación”, sostuvo.

En cuanto a si existía o no en estas fechas un protocolo de sedaciones en el Servicio de Medicina Interna, el testigo manifestó que “no oficialmente” y contradijo también al acusado al asegurar que “la disnea nunca es un criterio para definir que una persona tenga que ser sedada”. “Como síntoma aislado, su tratamiento es cloruro mórfico en dosis muy bajas de entre 2 y 3 milígramos, y mejora mucho la disnea durante unas horas”, precisó.

Asimismo, el facultativo reiteró que cuando “conoce” al paciente “no presentaba ninguna indicación para ser necesaria su sedación”. Sin embargo, a preguntas de la defensa, mantuvo que “no sabe si la indicación de Huidobro fue o no la correcta” porque “no está en condiciones de afirmar si padecía situación crítica” el día 2 de enero de 2015.  

Otros dos testigos peritos

Otro de los testigos peritos, la doctora del Servicio de Medicina Interna del HUBU, con iniciales M.I.C., declaró no recordar al nonagenario y se remitió a los informes evolutivos que escribió a partir del 5 de enero de 2015, tras la reversión de la sedación paliativa. En ellos, consta que se trataba de un paciente “despierto y colaborador” y con “conciencia normal”.

El tercero de los testigos que prestaron hoy declaración fue otro médico del Servicio de Urgencias del HUBU, con iniciales M.A.M., quien atendió el 22 de septiembre de 2014 a la mujer de 77 años, C.B., a quien posteriormente el acusado pauta una sedación paliativa y fallece a los dos días de estar ingresada.

Este testigo, quien aseguró apenas recordar nada y se remitió constantemente al informe de Urgencias, indicó que “no puede calificar ni como correcta ni como incorrecta la decisión del doctor Huidobro” y tan solo se refirió a que cuando acude a Urgencias, el diagnóstico de la mujer era el de una pancreatitis e infección del tracto urinario si bien desconoce su evolución en las horas siguientes, que es cuando el doctor Huidobro decide la sedación paliativa.

Mañana, cuarta sesión

El exjefe de Medicina Interna del HUBU se enfrenta a 26 meses de cárcel y a ocho años de inhabilitación por dos sedaciones irregulares que practicó a finales de 2014 y principios de 2015. El Ministerio Fiscal le considera presunto autor de un delito de homicidio por imprudencia grave profesional y otro de lesiones por imprudencia grave profesional.

Además, la Fiscalía solicita una indemnización por 123.000 euros por el daño moral causado en el caso del anciano (15.000 euros) y la supuesta mala praxis en el caso de la mujer (108.000 euros). La cuarta sesión de la vista oral se celebrará mañana martes, 4 de diciembre, con la declaración de nuevos testigos peritos.