La carne que provocó la intoxicación estuvo «varias horas sin refrigerar»

R.L. / Miranda
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El ragú de ternera se cocinó el lunes, reservando una parte para preparar el puré del miércoles. Sanidad concluye que, al no volverse a hervir, se desarrolló una bacteria

51 residentes comieron el puré, y 28 sufrieron la intoxicación. - Foto: R.C.G.

Los análisis realizados por la Consejería de Sanidad han confirmado que fue una intoxicación alimentaria lo que provocó el fallecimiento de dos hombres de 86 y 83 años en la residencia mixta de mayores, así como diversos síntomas  como diarrea, fiebre, dolor abdominal y vómitos en otras 26 personas.Tal y como se avanzó, lo que causó la intoxicación el pasado 9 de julio fue un puré que estaba en mal estado y que se sirvió a una parte de los residentes.

El lunes anterior, el día 7, en la cocina del centro se preparó ragú de ternera, sirviéndose a 191 personas (156 residentes y 35 personas del centro de día). Se elaboró más cantidad de la necesaria con el propósito de aprovecharlo para otro día. El problema fue que la carne sobrante «se manipuló de una forma inadecuada», desencadenando el desarrollo de una bacteria que provocó a posteriori la intoxicación en la comida del miércoles.

El director de Salud Pública de la Junta, Agustín Álvarez, reconoce que tras elaborar el ragú de ternena, la carne sobrante no se refrigeró de forma inmediata. «Se pusieron a servir y lo dejaron al aire durante unas horas. La temperatura de 80 grados de cocción tiene que bajar a 8 de refrigeración, pero bajó lentamente», lamenta. Eso explica que la carne fuera contaminada por la bacteria Clostridium prefringens.

Sin hervir

La carne llegó a la nevera, por tanto, unas horas después, por lo que la temperatura «no bajó lo suficientemente rápido». El miércoles el servicio de cocina tenía planeado preparar un puré con la carne. Se trituró para una dieta ‘turmix’ y se calentó para servir. Para evitar problemas, ya que la carne no se refrigeró de forma inmediata, explica Álvarez, «se tendría que haber vuelto a hervir a 80 grados». Con eso, se hubiera evitado la intoxicación por la bacteria.

El puré lo ingirieron, según la Junta, únicamente 51 residentes (44 internos y 7 personas del centro de día), de los cuales 28 resultaron intoxicados. Horas después de la comida, ya por la noche, se comenzaron a sentir indispuestos, sufriendo vómitos, fiebre y diarrea, unos síntomas que desaparecieron al cabo de unas horas tras ser atendidos por el personal médico de la residencia. Esto evidencia que la intoxicación «fue leve», defienden en la Junta, tal y como demuestran los análisis realizados por Sanidad. Todos se recuperaron excepto dos hombres con pluripatologías previas que fallecieron el sábado 12 en el hospital. «Lamentamos mucho lo que ha ocurrido. Pese a que haya sido una intoxicación leve, realmente no lo es porque hay dos fallecidos, pero  tenían muchas enfermedades previas», subraya Álvarez.

«Fue un accidente»

En la mano de las familias queda ahora la posibilidad de pedir algún tipo de responsabilidad a la Junta de Castilla y León por lo sucedido. «Tienen todo el derecho del mundo y legítimo de plantear cuanto crean necesario», dice Álvarez, si bien recalca que «desde el punto  de vista técnico se produce una manipulación y un accidente tecnológico: no se bajó la temperatura de la comida de una manera adecuada».

Desde Sanidad se reitera que la intoxicación fue un «error accidental» y que la Junta, en principio, «no va a tomar medidas extraordinarias» en la cocina de la residencia. «Tienen un buen sistema de autocontrol, además de que una empresa lo audita, toma muestras de todo lo que se cocina y asesora a los trabajadores», se insiste, recordando además, que especialmente en temporada de calor, toda la ciudanía debe tomar ciertas medidas a la hora de manipular alimentos para evitar accidentes microbiológicos. Los alimentos deben consumirse inmediatamente después de cocinarse, conservarlos a temperaturas seguras y evitar el contacto entre alimentos crudos y cocinados.

Se «cumple» la ratio

En cuanto a las críticas de los sindicatos, que consideran que la falta de personal pudo influir en la intoxicación, Agustín Álvarez niega que este factor haya tenido algo que ver. «No es mi área y no lo conozco. Pero el problema que ha habido no se soluciona con más personal en la cocina. Ha sido un error accidental».  En este sentido, desde la Consejería de Familia y Servicios Sociales explican en la residencia «no hay problemas de personal y se cumple la ratio». Insisten en que un mal refrigerado «no tiene nada que ver con que haya más o menos personal». No obstante, se ha abierto un expediente informativo para esclarecer las causas de esa contaminación.