Mézclate conmigo

C.M. / Burgos
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Veteranos y novatos políticos intercambiaron saludos y sonrisas con una amplia representación de la sociedad burgalesa en la tradicional recepción de las fiestas en los jardines del Palacio de la Isla con mucho calor

Tampoco este año hubo el tradicional besamanos del alcalde por el retraso que este gesto de cortesía producía en el inicio de la tradicional recepción de fiestas a la sociedad burgalesa y, menos mal, porque el acto empezó veinte minutos tarde y los invitados tuvieron que esperar a las puertas del Palacio de la Isla. Suerte que los frondosos árboles que hay en la acera daban sombra y la mayoría de las féminas llevaban encima el abanico, un instrumento imprescindible con las altas temperaturas de estos días.
Inquieto estaba ya el personal, cuando ante la puertas del edificio se detuvo un gran autobús del que descendió la comitiva valenciana, encabezada por la fallera mayor, Estefanía López Montesinos. Todos los ojos se giraron hacia las guapísimas féminas ataviadas con esos espectaculares trajes y muchos quisieron hacerse fotos con ellas. En esto que ya se permitió acceder al magnífico recinto y, como era de esperar, todos directos a la sombra aunque en ese preciso instante se ocultó un poco el sol.
El alcalde, Javier Lacalle, que llegó acompañado de su mujer, Cristina Merino, celebró el desarrollo de unas fiestas «con la mayor participación» de los últimos años a lo que ha contribuido especialmente la climatología.
Mientras, accedían los invitados, menos que en anteriores ocasiones, y poco a poco se fueron mezclando unos con otros. 
Como ya viene siendo tradicional, los más madrugadores fueron el senador del PP Jaime Mateu y el teniente coronel de la Guardia Civil, Miguel Salóm Clotet. Ambos llegaron en el mismo coche oficial, una pequeña forma de contribuir al ahorro del erario público. También puntuales llegaron Julián Altable, exconcejal de UPyD, al que se le vio departir largo y tendido con la también ex del PP, Nieves Sanz (de amarillo como Merino yEmiliana Molero); el comisario, José María Calle y el subdelegado de Defensa, Jesús María Cirujano. 
El ‘parlamento local’ no estuvo en pleno y se notaron las ausencias. Por parte del equipo de Gobierno, la portavoz, Gema Conde, hizo honor a su cargo y fue de corrillo en corrillo departiendo con todos, incluidos los periodistas y sin eludir ninguna pregunta incómoda, especialmente, con el asunto de los vuelos de Villafría, un ‘marrón’ heredado que le ha caído del cielo nada más aterrizar en el Ayuntamiento. También el edil de Hacienda, Salvador de Foronda, muy sonriente departía con el presidente de Cepyme, Antonio Garamendi; el de la Asociación de Empresarios de Villalonquéjar, Jorge Villaverde; el director territorial de CaixaBank, José Manuel Bilbao, y la secretaria de FAE, Emiliana Molero. Imaginamos que no hablaban de la compleja situación de Grecia.
 Los nuevos ediles populares, Ana Bernabé, y Jorge Berzosa no se esforzaron mucho en mezclarse y darse a conocer. La primera no se movió el sitio durante hora y media arropada por compañeros de la Junta, entre ellos el exdelegado y senador, Jaime Mateu.
Fernando Gómez, el edil de Cultura y Festejos, llegó muy tarde y es que tiene que estar en muchos frentes estos días. Eso sí, sin perder su sonrisa, incluso, cuando la junta directiva de la asociación de vecinos de Villímar le preguntó por la reforma de las antiguas escuelas del barrio del que él era el concejal responsable la pasada legislatura. Se echó en falta a las concejalas Carolina Blasco y Ana Lopidana, habituales otros años. 
 
La oposición.
De la bancada de la oposición, estaban seis de los siete ediles del Partido Socialista. Daniel de la Rosa y David Jurado muy elegantes. Ambos saben bien como llevar un traje, incluso con 33 grados, aunque para ser justos también le quedaba impecable a Antonio Fernández Santos. Pero la juventud es la juventud. Nuria Barrio y Mar Arnaiz también estaban guapísimas y hablaron con todo el mundo. El nuevo concejal Óscar González se sentía más cómodo charlando con peñistas que con las autoridades. Y es que durante cinco años fue presidente de la Agrupación de Fajas y Blusas y cofundador de la Peña Los Gamones y eso se nota. Tampoco quiso perderse el acto el secretario general de los socialistas de Castilla y León, Luis Tudanca.
Ciudadanos estuvo ‘casi’ al completo. Gloria Bañeres llegó arropada por Jesús Ortego y Vicente Marañón. Los tres novatos en la cosa política estaban encantados por haber tenido la oportunidad de vivir las fiestas desde dentro aunque estaban abrumados por el protocolo. A Bañeres se le olvido la medalla que llevan los corporativos en la misa y tuvo que volver a casa a por ella. Junto a ellos su procurador en las Cortes y alcalde de Caleruega, José Ignacio Delgado. Peor lo paso la concejala no adscrita, Silvia Álvarez de Eulate, aunque la mujer de Javier Lacalle le echó un capote. 
Ausencia total de ediles de Imagina, la nueva formación que logró una representación de seis concejales en el Ayuntamiento.
También pudo verse al presidente de la Diputación, César Rico, hablar amigablemente con el cronista oficial de la ciudad, Vicente Ruiz de Mencía, y el presidente de la Institución Fernán González, José Manuel López. 
El ámbito educativo estuvo representado por el rector, Alfonso Murillo, un fijo;el vicerrector de Profesorado, Alfredo Bol, y el secretario general, José María García Moreno. No faltó tampoco al evento, el rector de la Universidad Isabel I de Castilla, Alberto Gómez Barahona. También estuvieron la directora de la Universidad Popular, Isabel Bringas; y el jefe de estudios, Emilio Rodríguez, que desde hacía cuatro años no habían sido invitados y que aprovecharon para presentar el proyecto educativo a los nuevos concejales. 
En esta ocasión el mundo de la cultura no estuvo muy representado. Por allí se pasó el escritor Antonio L. Bouza o el director del Ballet Contemporáneo, Alberto Estébanez. Tampoco el deporte contó con demasiada presencia, el atleta Diego Ruiz y poco más.
Y que mejor ocasión que esta para plantear reivindicaciones a los políticos que la recepción oficial en la que están casi todos. De modo que el movimiento vecinal acudió al evento con la presidenta de la Federación, Ana Moreno a la cabeza. También hubo representantes del ámbitos social como Autismo, la Asociación contra el Cáncer o Fedisfibur. 
El amarillo y el negro fueron los colores más repetidos entre las féminas y los canapés y la bebida fueron abundantes. La música la puso la Banda Ciudad de Burgos y el baile, los tetines y danzantes.