Homenaje a las raíces de las danzas

G.A.T. / Miranda de Ebro
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Ochos grupos pertenecientes a varias provincias de la comunidad y otro colectivo invitado llegado de Kazajistán protagonizaron ayer el XXV Festival Folclórico Jacinto Sarmiento

El grupo de Soria, que como los demás actuó en el escenario de Caja de Burgos y en el desfile, interpretó varias danzas, una de ellas con orígenes en una danza guerrera. - Foto: G.A.T.

En su 25 aniversario, y dentro del programa de la fiestas patronales, la Asociación Folclórico Cultural Jacinto Sarmiento cosechó ayer un notable éxito con estas bodas de plata de su festival folclórico, que logró citar en la ciudad a grupos de casi toda Castilla y león, y unos invitados internacionales llegados de Kazajistán. Primero en la plaza de España, donde minutos antes se realizó el acto protocolario en el Ayuntamiento, y después en Cultural Caja de Burgos, los grupos participantes derrocharon maestría en sus actuaciones acercando al público mirandés la pureza de numerosos bailes tradicionales de la región.

«Otros años hemos tenido más presencia internacional, pero le dimos varias vueltas a esta edición y al final hemos creído bueno celebrar el 25 aniversarios con grupos de nuestra comunidad», dijo en este acto la directora del evento, Maite Vélez. Una cita que sirvió para que los grupos hicieran entrega al Ayuntamiento de algunos obsequios, y por su parte, el alcalde, diera a los invitados una lámina con la escultura ‘Vivir Miranda’.

Pero al margen del protocolo, el baile es lo que brillo en la jornada de ayer. Caso de la Asociación Etnográfica Don Sancho de Zamora. «Todo lo que hacemos está recopilado por nosotros mismos y todo los bailes son originales sin que hayan sufrido ninguna variación», explica Carlos Martín. Piezas muy antiguas para un repertorio en el que utilizaron todo los instrumentos típicos de la provincia, como la dulzaina, la gaita de foles, la flauta, el tamboril y las panderetas.

Gaita, tamboril y flauta también utilizó el Grupo de Salamanca, formado por personas de varios pueblos de la provincia. Unos bailes sobrios y asentados, muy diferentes a cualquier otro de la región. «La diferencia está en los trajes, son trajes muy realzados y muy vistosos, llaman mucho la atención», explicaba David García. Un grupo que además está «en el empeño» de recuperar bailes que se han olvidado.

palencia. La Agrupación Vieja Castilla Grupo Jorge Manrique de Palencia fue un buen ejemplo del folclore de toda la provincia de Palencia. «Hoy, en la vestimenta, llevamos una muestra de todos los trajes provinciales, como de Panadera de Grijota, que está recuperado hace poco, de Tierra de Campos, de Saldaña…», decía Esther Miguel. Un grupo que desplegó sobre el escenario bailes de ritmo a lo ligero y un par de jotas palentinas, con la dulzaina, la caja y el tambor, como instrumentos y que además ofreció dos bellas canciones cantadas por pandereteras.

En la velada de ayer el Colectivo Corrobla de Ávila presentó un repertorio de la zona de Gredos, en concreto de Navalmoral de la Sierra. «Trabajamos en recuperar tradiciones del folclore de comarcas de toda Castilla y León que consideramos que están un poco olvidadas y lo que hoy hemos bailado es patrimonio de una familia de este pueblo y que nos apetecía mucho hacer», explicaba Carlos Porro. Un trabajo fruto de la «investigación constante» que hacen buscando en los pueblos personas mayores que aún recuerdan los bailes y de los que aprenden

Bella era igualmente la indumentaria, algunas antiguas y otras reproducciones artesanas hechas en telares de época, que lució espléndida en unos bailes dinámicos acompañados por bandurria y rondalla, a pesar de que la chicas en algunos de los casos llevaban hasta cuatro sayas. «La costumbre antigua era la de gastar una saya sobre otra para dar ese volumen de cadera tan apetecido en esas épocas», explicaba Porro.

Desde Soria llegó el grupo Soria de Danzas Sorianas, que atesora folclore de todas las comarcas sorianas y con 25 años de andadura son capaces de llevara escena hasta 24 piezas de baile diferentes, todas recuperadas de la tradición de su provincia. Un buen ejemplo fue la Jotilla de Valonsadero, conocido monte soriano donde se disfruta la fiesta de San Juan, o la Jota del Rollo. Muy característico fueron los Paloteos del barrio de las Casas. «Son danzas muy antiguas, se cree que son guerreras, y aunque tiene 14 mudanzas hoy solo hemos bailado cuatro, siendo la más vistosa La muerte del Farragón, que era una figura grotesca», comentaba Carmen Benito. Lo bailaron chicas, aunque eran tradicionalmente chicos, pero el grupo no tiene.

El colectivo también destaca por la vestimenta, «intentamos hacer reproducciones de los justillos, dengues, sayas… y tenemos hasta alguna original; tenemos un taller de costura y poco a poco vamos haciendo nuevas indumentarias», decía. Y recomendaba visitar desde el próximo jueves un nuevo museo etnográfico que abrirá en la localidad de Morón de Almazán, en Soria.

Son cinco ejemplos del variado folclore castellano, que además ayer se vio aderezado por el exotismo de las danzas kazajas con sus vistosos vestidos e instrumentos musicales propios de esta zona de este del continente, destacando los muqamos, unas canciones y danzas procedentes del noroeste de China.