En su afán por mejorar al máximo el tráfico rodado en la capital ribereña, el equipo de gobierno se ha decantado por una de las dos opciones que se barajaban para aportar fluidez al tránsito de vehículos en la confluencia de la calle Carrequemada con San Francisco, lo que se denomina el cruce de Arco Isilla. Entre la alternativa de poner un semáforo para regular el paso de peatones en el paso de cebra que hay frente a la pastelería La Moderna y la de crear un paso nuevo a la puerta del bar Silviano, se ha optado por esta segunda propuesta.
Este nuevo paso de cebra se sumaría al que se ubica en la misma dirección frente a la Perla y, junto con el de Carrequemada, cerraría un circuito que haría que se abriesen los tres a la vez para peatones con el fin de que se descongestione el tránsito de personas en este punto y los vehículos puedan circular de manera más ágil. «Lo que se va a hacer ahora es poner semáforos en los dos lados y abrir todos los pasos a la vez. El que quiera pasar, que pueda hacerlo directamente de la Perla al Silviano o viceversa, ahí hay un círculo continuo, porque la idea es intentar que pase toda la gente a la vez y que cuando se abre el semáforo de Carrequemada pase el mayor número de coches posibles y que la gente que baje de Pedrote tenga la posibilidad de cruzar en el Silviano», asegura el concejal de Obras del Ayuntamiento arandino, Alfonso Sanz.
Aunque llevaban varios días señalados los puntos donde debían comenzar los trabajos, hasta ayer mismo no comenzaron las labores para adecuar la zona tanto para la colocación de los nuevos semáforos de peatones, uno junto al bar Silviano, donde ya está uno para regular el tráfico rodado, y otro justo en frente, como para crear un rebaje en la acera que hay junto al semáforo, a imagen y semejanza del que se creó en la otra acera aprovechando los trabajos de reurbanización y peatonalización de este punto del casco histórico.
Hace dos meses, cuando se estaban creando los apeaderos para los autobuses que se esperaban llegasen para visitar la muestra de Las Edades del Hombre, se informó desde el Ayuntamiento que se pensaba modificar la regulación del tráfico y del tránsito de peatones en esta zona eliminando el paso de cebra que se encuentra frente a la pastelería La Moderna para dotar de mayor seguridad para los viandantes que se bajasen en el apeadero de la plaza de la Virgencilla. Sin embargo, ahora, se va a esperar a ver cómo reacciona la gente ante estos cambios. «Ahí sobra con un paso de cebra, porque tenemos cuatro en escasos cien metros, pero vamos a ver cuál es el que sobra realmente, porque podría sobrar el de La Moderna o el de los Tubos, que está un poco más adelante», analizó Sanz.
A la espera de la decisión que se tome, habrá que ver qué consecuencias tanto para el tráfico rodado como para el tránsito de peatones tiene el nuevo paso de cebra y si merece la pena crear uno nuevo o cerrar uno que ya está.