El boom de los pinchos 'low cost'

B.G.R. / Burgos
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El tapeo barato se extiende. En el centro abren dos cadenas nacionales, mientras que muchos bares de siempre se ven obligados a reducir sus precios ante el éxito de negocios como el Pecaditos

Barra de pinchos del Qué caña!, en la calle San Lorenzo, uno de los animadores de las tapas gratis. - Foto: DB/Patricia González

Las compañías aéreas lanzaron el concepto y ahora más que nunca (con la que está cayendo) se habla de él en todos los sectores. El low cost (bajo coste) se impone en muchos modelos de negocio, y un ejemplo se encuentra en la hostelería. Puede parecer mentira, pero lo cierto es que ir de pinchos es ahora más barato que antes de la crisis. Y es que, por un euro se puede hasta elegir entre bocado frío o caliente y por otro más acompañarlo de una caña.

En Burgos el ejemplo más claro está en la firma Pecaditos, que comenzó en el año 2008 y que ahora cuenta con cuatro establecimientos en la capital, a los que se suman otros nueve por distintos puntos de España dado que el éxito de la idea llevó a su creador, AntonioCuadrado, a franquiciarla. «Al principio empezó como una broma, pero está clara la aceptación que ha tenido», comenta este empresario que lleva en el mundo de las hostelería desde los 14 años.

El mismo camino parece seguir  el proyecto que lanzó el pasado mes de junio: la Sirenita Cervecería, en la calle Calzadas. Se trata del mismo concepto que el anterior, pero en lugar de productos del cerdo su especialidad son los del mar, además de ofrecer a módico precio un cubo con cinco cervezas. Tal ha sido la acogida de esta establecimiento, que en octubre abrirá otro en la calle Avellanos, además de que Cuadrado no descarta las franquicias, si bien prefiere esperar un tiempo.

El ‘padre’ del Pecaditos y la Sirenita es consciente de que muchos no creyeron en su ‘aventura’, al no verla rentable. «Me decían que si estaba loco», reconoce, pero también sabe que el éxito de su idea ha obligado a otros hosteleros a seguir idéntico camino y bajar los precios, sobre todo en los últimos tiempos. De hecho, no hay más que darse una vuelta por los bares de tapas para encontrarse cada vez con más frecuencia ofertas de pinchos y bebida a un euro cada uno o incluso por debajo.

¿El precio real?

El inicio de los pinchos low cost en Burgos coincidió con el de la crisis y ahora se extiende. Porque la costumbre siempre ha estado ahí, aunque  haya cambiado un poco. «Igual antes estábamos equivocados y se cobraba un precio demasiado alto; puede que ahora sea lo que tiene que ser», agrega Cuadrado.

La apertura del Qué caña!, con tapa gratis y la segunda a un euro, ha dinamizado la calle SanLorenzo, donde también está La Competencia, con el regalo de una porción de pizza...

Y el casco histórico acoge también el desembarco de franquicias de hostelería de otros puntos de España con establecimientos de tapas. Lizarran, cadena que en 1988 inauguró su primera taberna en Sitges, acaba de abrir sus puertas en la Llana de Afuera número 12. «El objetivo es tener al menos un local en cada capital de Castilla y León, puesto que en esta región está muy extendida la cultura del tapeo», afirman desde la empresa.

Esa línea económica, pero con ofertas en días concretos, es la que también sigue la cadena 100 Montaditos, que contará con un establecimiento en Burgos en octubre (La Paloma 9). La capital, según fuentes de la empresa, se encontraba en su plan de expansión nacional de la zona norte y para ello ha elegido un local de 180 metros.

La presencia de estos dos grupos hosteleros en Burgos no incomoda al responsable de Pecaditos. Es más, considera que, cuanta más  oferta exista mejor, porque así «la gente no se queda en casa».