Innovación en la tradición

A. Pérez / Burgos
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Javier Carcas, restaurante Casa Pedro de Zaragoza, gana la VII edición de un certamen que cada año mejora su nivel

La final de la VII edición del Concurso de cocina con morcilla de Sotopalacios se celebró ayer en las instalaciones de la Escuela de Hostelería y Turismo La Flora de la capital burgalesa. Allí, los seis cocineros finalistas elaboraron sus creaciones para que después el jurado las catase y eligiera a un vencedor.

Javier Carcas Armigol, del restaurante Casa Pedro de Zaragoza, ha sido el ganador de este año con un plato innovador pero de ingredientes tan tradicionales como el bacalao, la manzana, los ajos y, por supuesto, la morcilla de Sotopalacios. El plato elaborado por Carcas Armigol ha sido ‘Morcilla de Sotopalacios, bacalao y manzana ácida con sopita cremosa de ajos’. El premio para este cocinero ha sido un cheque de 1.200 euros.

El segundo premio también fue a parar a tierras mañas. Diego Barbero, del restaurante La Cuna del Cierzo (Zaragoza), ha ocupado la segunda posición, por lo que se llevará su peso en morcillas de Sotopalacios. El plato elaborado por Barbero ha sido ‘Ravioli de Morcilla de Sotopalacios con salsa de manitas, shichimi togarashi y caviar cítrico con menta’. Otro ejemplo de que innovar con la tradición puede tener excelentes y deliciosos resultados.

El tercer puesto lo ha ocupado Germán Espinosa, del restaurante Fonda España de Barcelona. Este cocinero se llevará un lote de productos de la tierra por su plato ‘Vieira, morcilla de Sotopalacios y cap i pota’.

El jurado de esta edición ha estado compuesto por Cristina Martínez, divulgadora gastronómica; Esteban Capdevilla y Alberto Granados, periodistas gastronómicos; Iván Cerdeño, chef de El Carmen de Montesión (Toledo), que cuenta con una estrella Michelín; y Sergio Bastard, chef de La Casona del Judío (Santander) y finalista de la actual edición de Top Chef.

Antonio Arrabal, jefe de cocina en el Hotel Abba desde 2002 y reputado chef, ha estado presente en esta edición como ayudante en la organización. Arrabal puede ofrecer un buen análisis de la evolución de este concurso, ya que participó en la primera edición del mismo. Desde su experiencia considera que «ha evolucionado mucho y se van mejorando cosas. Ahora es más global, con platos más innovadores que nos ofrecen una visión muy distinta a la que tenemos en Burgos sobre la morcilla». Sin obviar el prestigio del jurado de esta edición.