El reto de la Gran Recogida de 2015 era sumar las 200 toneladas de productos de alimentación y primera necesidad acopiados entre viernes y sábado en más de cincuenta supermercados y tiendas de Burgos; un objetivo del que se sabrá cuán cerca se ha estado dentro de unos días, cuando el Banco de Alimentos termine el recuento de la mercancía apilada en sus instalaciones. Sin embargo, lo que ayer ya se daba por seguro era que los 170.000 kilos recogidos en 2014 por los voluntarios se iban a quedar cortos.

«Estamos muy contentos, porque nos habían comentado que la celebración del ‘viernes negro’ podía restar algo de afluencia, pero no fue así. La respuesta ha sido excelente y, sobre todo, el sábado», explicaba ayer el presidente de la entidad benéfica en Burgos, José Luis Herrero, muy satisfecho. «Nos llevará unos días hacer el recuento, porque todavía están entrando palés en la nave, pero la impresión que tenemos es que sumaremos más que el año pasado», añadió.

Al margen de la gratitud por la cantidad de artículos que los burgaleses entregaron a los más de mil voluntarios que hicieron turnos en los establecimientos adheridos a la campaña previa a la Navidad, la satisfacción de Herrero a la hora de hacer balance se explica también por otros factores.

más equilibradas. El primero, porque los burgaleses atendieron a la recomendación de aportar artículos que suelen ser algo más caros y también más escasos en las estanterías de las instalaciones de Banco de Alimentos: azúcar, aceite, conservas de pescado y, muy especialmente, pañales de bebé. Y en segundo lugar, Herrero destacó que el contenido depositado en los carros ha sido más variado de lo que fue en anteriores ediciones, lo cual permite a la entidad dar un paso más y configurar bolsas con dietas más equilibradas y completas, sobre todo pensando en niños y jóvenes.

En la presentación de la Gran Recogida el presidente indicó que una vez cubiertas las necesidades básicas de la población necesitada en cuanto a cantidad, el objetivo era ofrecer más variedad y cree que esta Navidad se va a conseguir. «Estamos muy satisfechos, porque la gente ha asumido el planteamiento que hicimos y estamos viendo carros llenos de esos productos que suelen ser algo más costosos», añadió.

Otra particularidad de esta actividad que sustituyó a las tradicionales ‘operaciones kilo’ ha sido que todo lo almacenado en los establecimientos de la provincia, se quedará en las localidades de recogida. Es decir, todo lo donado en Miranda, Aranda, Lerma, Salas, Briviesca, Villadiego y Medina de Pomar será recogido directamente por una organización benéfica de la localidad que lo distribuirá entre las personas con necesidad.

Banco de Alimentos nunca entrega los productos directamente al consumidor, sino que siempre lo hace a través de organizaciones acreditadas. A finales de octubre ya se habían repartido dos millones de artículos entre unas 9.000 personas residentes en Burgos.