Mueren un niño de 5 años y un hombre de 56 en un choque frontal en Añastro

G.A.T. / R.L. / Añastro
-

El menor, Mikel. U.R., viajaba con su padre y su hermano, de 8 años, por la CL-127 entre La Puebla de Arganzón (donde viven) y Treviño cuando ocurrió el accidente con el coche en el que iba el hombre, que murió en el hospital

Los dos vehículos quedaron muy afectados en su parte delantera como consecuencia del violento impacto. En el gris viajaba el hombre fallecido. - Foto: Truchuelo

Un niño de 5 años, Mikel. U.R.,    vecino de La Puebla de Arganzón, en el Condado de Treviño, murió ayer como  secuencia de un accidente de tráfico ocurrido poco después de las cinco de la tarde en Añastro, a escasos kilómetros de su lugar de residencia. En el accidente además resultaron heridos de gravedad su hermano Íñigo, de 8 años, y el padre de ambos, J.U.M., de 39 años. También un segundo hombre sufrió lesiones muy graves , C.F.S.L., de 45 años, quien viajaba en el vehículo contra el que chocó el que transportaba a los tres primeros, y que falleció en el hospital Santiago, en Vitoria, a las tres horas del siniestro.

El accidente ocurrió en el kilómetro 5,5 de la carretera regional CL-127, entre Añastro y el cruce que hay unos kilómetros más adelante que permite derivar la circulación hacia Miranda, Treviño o Cucho. Por causas que determinará la investigación, los coches chocaron de forma totalmente frontal, en un tramo prácticamente recto y con buena visibilidad, aunque según algunos testigos estaba lloviendo en ese momento.

Al instante

El coche en el que viajaban el padre y los dos niños, que circulaba en dirección a Treviño, y el otro, el que  viajaba un hombre solo en dirección a La Puebla de Arganzón, impactaron de forma muy violenta y frontal, lo que generó un enorme golpe que causó la muerte inmediata del menor de los hermanos, que viajaban correctamente sentados en las sillas reglamentarias, según los indicios allí recabados.

Se cree, también como principal hipótesis, que la violencia del golpe provocó un desplazamiento hacia delante del niño que ejerció una presión mortal contra su pecho, causándole graves lesiones incompatible con la vida.

Los otros ocupantes de los coches resultaron heridos de gravedad, todos con pronóstico reservado, y fueron trasladados en ambulancias medicalizadas de los servicios regionales de salud del País Vasco y Castilla y León a centros hospitalarios de la capital alavesa, donde en el hospital Santiago falleció el ocupante del otro coche. La gravedad del siniestro y el estado de los heridos activó incluso el helicóptero medicalizado del Sacyl, que finalmente no tuvo que ser utilizado para traslados, que se hicieron por carretera en apenas 20 minutos.

La primera asistencia a los heridos llegó, además de la madre de los niños, que según algunos testigos viajaba en otro vehículo justo detrás, ya que al parecer se dirigían a Treviño.  Hasta el lugar se desplazaron tanto efectivos de la Guardia Civil como de la Ertzaintza, además de bomberos del parque de Miranda y alaveses. No obstante, ninguna de las víctimas tuvo que ser excarcelada.

Gama alta

Los coches, un BMV serie 1 y un Hundai ix35 (en este iban los niños y su padre), quedaron deformados en su parte delantera, si bien los habitáculos de ambos no sufrieron excesivos daños a pesar de la violencia del golpe. Prueba de la intensidad del impacto y de la velocidad a la que se produjo el mismo, es que ambos quedaron muy juntos, casi con sus frontales pegados y sin apenas desplazarse uno del otro, y además prácticamente la misma posición en la que probablemente se produjo el choque.

Hasta la zona, además, se acercaron al poco del siniestro los abuelos, que al parecer estaban en Treviño y La Puebla, produciéndose escenas de enorme dolor al no querer los abuelos se pararse del cuerpo ya sin vida del niño, que finalmente fue llevado a una furgoneta policial hasta que llegó el coche del Instituto de Medicina Legal, más de dos horas después de producirse el accidente de tráfico.

El padre de los niños trabaja en Vitoria y la familia es conocida en el pueblo. La madre es arqueóloga y ha colaborado en varias ocasiones con actividades culturales e históricas.  «Es una gran pérdida, es un palo enorme para el pueblo. Son gente muy conocida y muy activa en el pueblo», decía, afectado, el alcalde de La Puebla, Roberto Ortiz.

La carretera, que presenta un buen estado de conservación y es ancha, quedó cortada durante casi tres horas, estando controlada por Ertzaintza y Guardia Civil.