La consultora MoA ha contactado desde primeros de año con más de 600 empresas de diversos sectores. Muchas muestran su interés por el polígono y por su buena ubicación pero ninguna tiene planes concretos de invertir en Villalonquéjar IV. Tampoco dieron fruto los cerca de 1.300 contactos realizados por esta y otra firma de prestigio, Knight Frank, en 2013. No se comercializó ni un solo metro.
«La situación de falta de formalización de ventas hace que en estos momentos elConsorcio no pueda generar liquidez mediante la enajenación de su patrimonio, dado que en la actualidad no hay demanda de suelo industrial y además el flujo de crédito no llega a las empresas para que estas puedan acometer inversiones», reconoce el informe económico financiero del órgano gestor.Sin embargo, unos folios más adelante sostiene que existen «negociaciones avanzadas» con un promotor de medianas superficies -Ten Brinke- para la venta de 28.000 metros cuadrados de suelo terciario por 4,2 millones y con otros interesados en unos 35.000 m2 de suelo industrial por otros 1,855 millones (entre ellos Acinesgon, radicada ahora enGamonal).
BAJADA DE PRECIOS. Reseña el documento que en la última reunión del Consejo Rector delConsorcio de Villalonquéjar se acordó «una reducción del precio de venta de las parcelas de uso industrial, lo que está provocando un incremento sensible del interés por las mismas», añade.
No obstante, los únicos datos reales hasta la fecha son 10 parcelas vendidas, 9 reservadas y 117 libres (el 88% del total), frente al 78% que estaba reservado en mayo de 2008 y al 30% de 2011.
Reconoce además este informe que las dificultades para hacer frente al pago del justiprecio fijado por los tribunales, sufridas durante muchos meses, y la posibilidad de que los expropiados ejecutasen el embargopara cobrarse las deudas -antes de la firma del acuerdo- «ha generado una expectativa de reducción de precios de las parcelas que ha paralizado toda posible demanda por parte de terceros interesados» en esta zona industrial.
Para los analistas, la viabilidad de la ampliación de Villalonquéjar está condicionada a 6 variables: la «mejora de la situación económica, la normalización del mercado de crédito, la llegada de empresas tractoras que arrastren a empresas de menor tamaño, los planeas de reindustrialización promovidos por entes públicos, los beneficios fiscales por parte de las administraciones y un periodo de estabilidad financiera para poder realizar una venta ordenada de los activos y, por tanto, hacer frente a los compromisos de pago existentes», concluye el documento, que se analizará en la reunión de hoy del Consorcio, órgano integrado por elAyuntamiento y la Fundación Caja de Burgos.