El Ministerio de Fomento no instalará vallas antirruido entre la A-1 y el barrio de Cortes, aunque todos los informes son favorables a esta opción, al considerar que no es una prioridad.

La negativa ha supuesto un jarro de agua fría para la Asociación de Vecinos Cortes Siglo XXI, que había realizando esta petición al considerar que los residentes en la zona del barrio más próxima a la carretera sufren a diario los ruidos que provoca el tráfico que circula en el tramo que va del peaje de Castañares hacia el nudo Landa. Según sus mediciones, en un día laboral normal se situaron entre los 60,6 y los 71 decibelios y llegaron a alcanzar hasta 95,8 en algunos casos cuando la barrera para considerarlo perjudicial el nivel de ruido está en 55.

Integrantes de la Asociación mantuvieron hace unos días una reunión con el responsable de la Demarcación de Carreteras del Estado en Castilla y León Oriental, Ignacio Ormazábal, para interesarse por su petición y le aseguró que todos los informes que se remitieron desde Burgos al Ministerio de Fomento eran favorables a la instalación de las pantallas acústicas.

Los técnicos apuntan que los niveles de ruido que denuncian los vecinos coinciden con los realizados por ellos y consideran que la obra para instalar las pantallas se podía realizar sin grandes obstáculos (expropiaciones....) y sería técnicamente sencilla. También valoran que hayan sido los propios vecinos los que solicitaran su instalación y además se contara con el apoyo del pleno del Ayuntamiento (sesión de febrero).

Ante esa negativa la organización vecinal se ha puesto en contacto con los parlamentarios burgaleses para que «traten de hacer valer» esta petición ante el Ministerio de Fomento. También tienen previsto convocar una asamblea para adoptar otras medidas, que podían pasar por acudir al Defensor del Pueblo o realizar algún tipo de protesta.

No es la primera vez que los vecinos de Cortes realizan esta petición. Ya lo hicieron en 2005 con motivo de la obra del tercer carril. Posteriormente, lo volvieron a hacer en 2007 adjuntando un estudio que realizaron alumnos de la Universidad de Burgos.

La solución que plantean los vecinos consiste en instalar una barrera acústica mixta, es decir una parte vegetal y otra artificial, para que el impacto visual no sea desagradable para los vecinos.

La zona de actuación sería de 2.136,7 metros, desde el punto kilométrico 238,400 al 239,736. Se calcula que por esta vía circulan 9 millones de vehículos al año.