14 niños están esperando un acogimiento familiar, el mayor número en 25 años

Angélica González / Burgos
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La crisis, que ha cambiado las circunstancias socioeconómicas de muchos voluntarios, y las edades de los críos, todos mayores de 10 años, son la clave de esta situación inusitada

Las familias que quieren acoger no necesitan cumplir ningún requisito especial, solo tener ganas de abrir su casa a un miembro más. - Foto: Alberto Rodrigo

Este año se cumplen 25 desde que la Junta de Castilla y León pusiera en marcha, de forma experimental, el primer programa de acogimiento que se hacía en España para evitar que los niños que tienen que ser separados de sus padres por cualquier problema no fueran a una casa de acogida sino a otro seno familiar. En todo este tiempo ha funcionado con éxito contando siempre con voluntarios que hacían un hueco en sus vidas a críos con biografías nada fáciles, pero esta iniciativa llega a sus bodas de plata con una situación inusitada: En la actualidad hay 14 chavales en distintas centros esperando una familia acogedora. Marta Tovar,  coordinadora del programa, que gestiona Cruz Roja, reconoce que nunca se había tenido un número tan elevado de críos pendientes de ubicar y que la situación es realmente complicada.

La edad de los chavales, todos mayores de 10 años (cuando la mayoría de la gente solo está dispuesta a acoger a críos muy pequeños o bebés); el hecho de que muchos son grupos de hermanos a los que se intenta no separar (lo que dificulta aún más que haya familias dispuestas a  llevarse a casa dos niños) y la crisis, que ha variado mucho la situación socioeconómica de quienes en algún momento acogieron o estuvieron dispuestos a hacerlo, son las razones que explican el actual momento.

«Ha venido mucha gente a informarse pero cuando les hemos avisado de que había niños para acoger se han echado atrás porque se han quedado en el paro o incluso porque se han marchado a vivir fuera». En este punto Marta Tovar recuerda que los acogimientos son remunerados pero con una cantidad tan escasa que rara vez se han dado casos de alguien interesado en tener a un niño en su casa por el lado crematístico: «Ninguna economía familiar puede depender de lo que se cobra por acoger a un menor».

Las circunstancias por las que estos niños necesitan una familia de acogida son muy variadas «porque cada niño es un mundo». Tovar explica que hay casos en los que no existen pautas educativas adecuadas; otros de denuncias por malos tratos o padres con problemas de toxicomanías. En 2013 se realizaron 44 acogimientos y en la actualidad están en marcha 30.

LAS VENTAJAS

«Las ventajas de una familia de acogida sobre un centro son enormes. En un entorno familiar estos niños son como un hijo más al que se le otorga más atención y cariño del que le pueden dar en un centro. Además, aprenden lo que es una familia estructurada y son una parte más de ese entorno mientras que en un centro de acogida están con educadores con sus horarios, que entran y salen», añadió Marta Tovar, quien aseguró que no es necesario cumplir ningún requisito especial para ser una familia acogedora sino simplemente tener ganas de implicarse.