Ni política fiscal, ni Cultura, ni Sanidad... Conforme pasaban los minutos, nada hacía presagiar que Pedro Sánchez, Albert Rivera y Pablo Iglesias pudieran llegar a un entendimiento en alguna materia. Siempre había una nota discordante. Hasta que llegó hablar de Educación.
Los tres aspirantes a la Moncola coincidieron ayer en defender que se entable un gran pacto en esa materia sobre la base de la derogación de la ley de enseñanza (Lomce) aprobada por el PP en esta legislatura.
El líder de Ciudadanos fue el primero en proponer ese acuerdo para impedir, como ha ocurrido durante la democracia, que populares y socialistas «cambien la legislación peleándose entre ellos» cada vez que llegan al Gobierno. «La igualdad de oportunidades se demuestra con un pacto nacional por la educación», defendió Rivera.
El cabeza de lista de Podemos recogió el guante y convino en que es preciso una nueva ley que tenga en cuenta a la comunidad educativa. «Temenos que estar a la altura de nuestros abuelos y recuperar el pacto de que, con independencia de donde nazca cada uno, tengan igualdad de oportunidades», remarcó Iglesias.
Por su parte, el aspirante del PSOE se comprometió, si gobierna, a derogar la Lomce y articular un gran acuerdo que incluya la universalización de la enseñanza de cero a 18 años, triplicar la inversión en Educación en cuatro años y que las becas sean un derecho. Tal y como subrayó Sánchez, existe un consenso de todos los partidos para poner fin a la política emprendida por el PP en esa materia, «porque eso sí es falta de educación», enfatizó.
Sin embargo, Rivera echó en cara al socialista que, en lo que va de democracia, haya habido ocho reformas educativas aprobadas por su partido y los populares, por lo que subrayó que «no basta» con eliminar la Lomce. «Tu única propuesta es derogar lo que ha hecho el PP. Estoy intentando ser un poco más ambicioso que vosotros, subir un escalón. Merecemos una ley para todos. Nos tomamos la educación en serio», le espetó.
En este sentido, apostó por incorporar a la futura legislación la educación infantil, porque hay muchas familias que no pueden llevar a sus hijos a una guardería, y que los colegios tengan libros de texto en propiedad.