Seguro que solo con ver a Lucía, de seis años, saltando feliz como una perdiz sobre una alfombra que emitía pequeños destellos de luces de diferentes colores y luego rebozándose en una piscina de bolas, el director de Carrefour Burgos, Francisco José Pousa, pensó para sí había valido la pena apostar por este proyecto. Se trata de sala de estimulación multisensorial de Apace, la asociación que en Burgos apoya a las personas con parálisis cerebral y defiende sus derechos, que se ha podido poner en marcha gracias a una donación de 30.000 euros de la Fundación Solidaridad Carrefour. En ella las personas afectadas -desde los más pequeños hasta los mayores- pasan muchos ratos de relax con elementos que les hacen sentir bien y les ayudan en el camino de superar sus obstáculos.
Se trata de un espacio muy agradable equipado con luces que cambian de colores, una cama de agua, una hamaca y multitud de herramientas para que quienes estén afectados por alguna discapacidad puedan estimular sus sentidos «y experimentar sensaciones agradables a través del tacto, del olfato, del oído o de la vista», según explicaba la terapeuta ocupacional Verónica García a los voluntarios de la Fundación Solidaridad Carrefour a la vez que interactuaba con Rubén, de 3 años, que estaba la mar de relajado mirando los bonitos haces luminosos blancos y que momentos antes giraba sobre la cama de agua haciendo ejercicios con Verónica.
No paraba de sonreír el crío pero tampoco todos los invitados a la visita, entre los que se encontraba el gerente de Servicios Sociales de la Junta, Ignacio Díez Azcárraga, y la presidenta de Fedisfibur, Elena Alonso, que seguían atentamente las explicaciones de las profesionales. En la sala de estimulación multisensorial trabajan tanto los terapeutas ocupacionales como los fisioterapeutas. Es el caso de Ana Varona, que ayudaba a Lucía a incorporarse dentro de un espacio con bolas transparentes junto a columnas de agua en la que aparecían burbujas y también cambiaba su tonalidad. «Aquí se trabaja siempre en función de las necesidades personales de cada uno de los usuarios y del plan específico que se diseña para ellos», indicó la directora del centro de Atención Integral Fuentecillas de Apace, Carmen Romero, quien hizo de cicerone a los invitados por las instalaciones.
Apace cuenta con un centro de día, un centro de tratamientos y una residencia compuesta por cuatro módulos con capacidad para siete personas cada uno. Allí viven algunos de los asociados por lejanía de sus domicilios o por razones de otra índole. Cuenta, además, con un Servicio de Rehabilitación Neurológica (SERENE) destinado a las personas que han sufrido una lesión neurológica que les ha ocasionado una discapacidad temporal o permanente que requiere su correspondiente proceso de rehabilitación.