Tierra de longevas

Angélica González / Burgos
-

Fallece a los 110 años la 'abuela' de Castilla y León, Francisca Villán, y la sustituye en este singular puesto otra burgalesa, Adelaida González, que tiene la misma edad y a la que el Ayuntamiento homenajeó en diciembre

Francisca Villán, la ‘abuela’ de Castilla y León, falleció ayer a los 110 años. - Foto: DB/Miguel Ángel Valdivielso

El día en que cumplió 110 años, el pasado 17 de septiembre, a Francisca Villán la prepararon una fiesta por todo lo alto en la residencia de Cortes donde vivía. Se acercaron a saludarle, además de su familia, el delegado de la Junta y el gerente de Servicios Sociales y hasta la tuna, no en vano era la mujer más anciana de toda Castilla y León. En ese mismo lugar falleció ayer la venerable anciana pero no por eso el título de ‘abuela’ de la región se marcha de Burgos porque Francisca tiene una digna sucesora.

El 23 de octubre de 1902 vino al mundo en Arenillas de Villadiego Adelaida González, que ocupaba el segundo puesto en la lista de longevidad por algo más de un mes. Al contrario que Francisca, que padeció durante sus últimos años problemas de memoria, Adelaida se encuentra -para su edad- en buenas condiciones y el pasado mes de diciembre estuvo presente en el homenaje que el Ayuntamiento de Burgos hace a todas las personas que han pasado la frontera de los cien años. Allí estuvo charlando con el alcalde y explicando que las mejores épocas que ha vivido han sido aquellas en las que en España había paz. Toda una reflexión.

Con motivo de esa fiesta se dieron a conocer los datos de los centenarios existentes en la provincia. A fecha de 16 de octubre del año pasado se contabilizaban 78 personas con cien años o más y otras 22 habían fallecido en los meses anteriores. La mayor parte de las que han soplado cien velas son mujeres (68).

Adelaida González, que cumplió 110 años el pasado mes de octubre, durante el homenaje que rindió el Ayuntamiento a todos los centenarios.Adelaida González, que cumplió 110 años el pasado mes de octubre, durante el homenaje que rindió el Ayuntamiento a todos los centenarios. - Foto: DB/Miguel Ángel Valdivielso Los factores que hacen que un ser humana llegue a una edad tan provecta son múltiples. Tiene que ver la genética pero también, y mucho, la forma de vida. El internista Juan Francisco Lorenzo explica que estas mujeres normalmente han llevado una vida sana «pero no en el sentido en el que lo entendemos ahora de hacer dieta o tomar cosas para el colesterol sino desde el punto de vista ‘natural’, es decir, que se han alimentado de productos que salían de sus huertas y de animales que ellas mismas criaban y, además, hacían un ejercicio moderado, el propio de la vida diaria y no fumaban».

A todo esto, aclara el experto, hay que añadir que en todos los casos de ancianos muy mayores no aparecen factores de riesgo cardiovascular, que son los que terminan con la vida de la mayoría de los españoles.

La atención que precisan los centenarios sin problemas de salud concretos no tiene  por qué pasar por la consulta de un médico: «Es suficiente con que tengan una vida activa, lógicamente adaptada a su edad, es decir, que se levanten, que paseen en la medida de sus posibilidades y que coman de todo en pequeñas cantidades».

La razón por la que hay más mujeres ancianas que hombres también es múltiple. Por un lado, las hormonas cumplen un papel protector y, por otro, las costumbres eran más sanas en ellas, que no bebían ni fumaban como los varones. Como estas feas adicciones ahora no distinguen, es difícil que las mujeres actuales lleguen a peinar tantísimas canas como Francisca o Adelaida.