Cordobesa de nacimiento (1971), es licenciada en Ciencias Económicas y Empresariales y diplomada en Alta Dirección de Empresas. Tras 15 años al frente del Palacio de Congresos y Exposiciones de su ciudad natal, en noviembre de 2011 aterrizó en Burgos con la difícil misión de poner en funcionamiento el Fórum. Cumplidos 4 años al frente de la gestión del edificio, el día 31 de diciembre dejará su puesto tras tomar la decisión de marcharse.

Llegó a Burgos hace 4 años con el difícil reto de poner en marcha el Fórum Evolución. Defiende que ha sido un éxito colectivo y solo tiene palabras de agradecimiento para los burgaleses. Pese a todo, su decisión de dejar la gerencia ya no tiene marcha atrás. Se va satisfecha, pero también dolida con las críticas de la oposición en el Ayuntamiento. Y eso, ya no lo va a tolerar más. Ha callado en todo este tiempo, pero no quiere irse sin poner a cada uno en su sitio.

¿Qué le ha llevado a tomar la decisión de marcharse?

Ha sido una decisión muy pensada y madurada. Considero que han sido cuatro años de intensísimo y exitoso trabajo y después de ese periodo siento que esta etapa al frente del Fórum llega a su fin. Creo que se han cumplido con creces los objetivos que nos planteábamos al inicio. Era un reto muy complicado. Hay que tener en cuenta que salimos al mercado en 2012, en uno de los momentos más difíciles de la historia económica de España. Pero miramos atrás y solo puedo ver un éxito rotundo de actividad, de asistentes, de aceptación y acogida.

¿De qué es de lo que se siente más satisfecha?

De que hemos creado un equipo extraordinario y que a pesar de ser pequeño en número -somos seis personas- ha sabido adaptarse y solventar las dificultades y las vicisitudes, que han sido muchas.

¿Qué es lo que le hubiera gustado hacer y no ha podido?

En realidad hemos conseguido unos hitos muy temprano, mientras que en otros palacios han tardado más tiempo en hacerlo. Hablo de haber ocupado una posición referente en el mercado nacional de congresos. Ya sonamos en muchas mesas de decisión, Burgos es una ciudad de la que se habla muy bien por muchos motivos. Por su tamaño, por su ubicación, su patrimonio cultural... Pero también por su Fórum. Su ubicación, su versatilidad, y también por lo bien que salen los congresos en Burgos.

Comenta que estos años han sido un éxito, que se ha colocado a Burgos en la primera línea, pero se va. ¿Qué ha pasado?

Cuando pones en un proyecto el 120%, las probabilidades de que sea un éxito aumentan exponencialmente. Lo que ocurre es que también corres el riesgo de que la energía se agote antes. El motivo fundamental de la decisión es personal y es una suma de distintos elementos. Las opiniones de algunos partidos de la oposición (se refiere al PSOE y Ciudadanos) bajo mi punto de vista sesgadas y malintencionadas, y algunas críticas sin ton ni son que se han vertido en los últimos meses sobre el equipo del Fórum tienen su repercusión en la decisión. Hay que ser muy consciente de que cuando opinamos o lanzamos una información que no es completa o fidedigna estamos perjudicando a lo que verdaderamente importa: este edificio. La relevancia del Fórum es que su actividad genera actividad para el resto de la ciudad. En los tres primeros años hemos generado más de 17 millones de euros de impacto económico. Pero también en los últimos meses hemos sentido y acusado falta de apoyo por la dirección de Parkmusa. Nos hemos encontrado con trabas para realizar alguna tarea. Lo hemos sabido llevar con entereza y profesionalidad porque el objetivo era sacar el proyecto adelante.

¿De qué forma han afectado al Fórum los comentarios de la oposición?

Ha habido algún cliente que en todas estas semanas de dimes y diretes nos ha llamado preocupado. Nos preguntan: ‘¿Qué pasa? ¿La empresa que está ahora del Ayuntamiento lo va a seguir gestionando? ¿Vamos a tener algún problema?’ Hay que ser muy consciente de que a quien verdaderamente perjudicamos es a la ciudad. Y eso es bastante poco responsable.

¿Se ha sentido señalada por la oposición al vincularla con el Partido Popular?

A veces me he preguntado cuál era el sentido de esa crítica. Mi equipo y yo nos hemos sentido como el arma arrojadiza en medio de una guerra política en la que no sabemos por qué hemos estado. Nosotros no somos políticos. Somos técnicos, gestores. Cuando yo comencé este proyecto el partido que estaba en el Gobierno era el PP, pero de eso yo no tengo la culpa. Vine aquí porque había un proyecto interesantísimo, nada más.

¿De qué manera ha notado los cambios tras las elecciones?

Los últimos meses la política ha tomado unos derroteros que se salen un poco de la lógica, de la coherencia, de lo razonable. Sobre todo porque muchas veces no se tienen en cuenta para nada los intereses de la ciudad y de los burgaleses. Son meras luchas de poder, sin más justificación que esa.

Y por el equipo de Gobierno, ¿se ha sentido arropada?

La respuesta es sí. Pero también por la ciudadanía de Burgos, las empresas, instituciones y entidades que han hecho sus reuniones en nuestro edificio. Este éxito es de todos. Quiero hacer un mención especial a Ángel Ibáñez, que estuvo en el día a día, y a Javier Lacalle, que en todo momento ha intentado quitar los obstáculos del camino.

¿Qué le ha comentado el alcalde de la decisión?

Me ha dicho que respeta la decisión, pero que querría que fuera de otra manera. Lo ha recibido con cierta rabia, con total desacuerdo pero con absoluto respeto.

El equipo de Gobierno ha perdido la mayoría absoluta. ¿No ha querido anticiparse con esta decisión a la intuición de que el resto de formaciones no quisiera que continuara?

No. Creo que la valoración de un profesional no puede ser negativa bajo ningún concepto porque los datos están ahí. Los podemos pintar de un color u otro pero son objetivos y reales. No he tenido miedo a que opinaran otra cosa.