Bryant anuncia su adiós

AGENCIAS
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La leyenda de los Ángeles Lakers jugará su última temporada como profesional

Kobe Bryant siempre se consideró diferente al resto por superior. Eso le llevó a sentir soledad, frustración, inadaptación e ira, combustible que lo guió a ser uno de los grandes del baloncesto mundial.

El americano, de 37 años, anunció ayer que abandonará a final de la presente temporada, derrotado por el paso del tiempo, por la decadencia de su cuerpo y del equipo de su vida, Los Lakers, con el que ha ganado cinco anillos.

«Mi cerebro no puede procesar el fracaso. Creo que fracasar es peor que la muerte», afirma Bryant en el cierre del documental ‘Muse’, que repasa su vida y que se estrenó a final de febrero. El jugador ya sabía que afrontaba el último capítulo de su carrera y dejó su epílogo en formato audiovisual.

Ese capítulo final empezó en abril de 2013, cuando se rompió el tendón de Aquiles. A esa fractura le sucedió otra en la tibia la temporada siguiente y otra en el hombro la pasada campaña. En los dos últimos años disputó apenas 41 encuentros.

Ya no es ese joven que se convirtió en la gran promesa del baloncesto. Ese que, sin pasar por la universidad, llegó a la NBA con 18 años y lo hizo con el equipo con el que soñó: los Lakers. Ningún jugador en la Historia de esa liga ha sido más fiel. Ninguno jugó 20 temporadas con la misma camiseta.

Tras una mala primera campaña, se convirtió en la estrella que aún es hoy por su juego, su imagen y su confianza. En 1999 conoció a su mujer, Vanessa, mientras grababa su primer videoclip musical, y de 2000 a 2002 logró tres anillos junto a Phil Jackson y Shaquille O’Neal. La vida le sonreía.

Pero se acabaron los títulos y en 2004 se produjo la acusación de violación que finalmente fue archivada, pero que manchó su nombre.

Kobe Bryant se enfrentaba a las dificultades mientras la ‘Mamba Negra’, feroz y sin clemencia por sus rivales, ofrecía el mejor baloncesto de su carrera.

Todo volvió poco a poco a su lugar. Se fueron solucionando sus problemas personales y quiso demostrar que podía ganar anillos sin ayuda del gigante O’Neal.

La derrota en la final de 2008 ante unos Celtics más «sucios» le hizo buscar la «naturaleza malvada» de sus compañeros, entre ellos Pau Gasol, y así ganó en 2009 y 2010 su cuarto y quinto anillo.

Ahora, golpeado por las lesiones y superado por el paso del tiempo, decide dejarlo y encara una gira de despedida, quizás el único aliciente de unos Lakers que volverán a quedarse sin ‘play offs’.