El baile de los mozos casaderos

DB / Burgos
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Poza de la Sal celebra el domingo, a partir de las 17 horas, la popular Danza del Escarrete

Poza invita a los burgaleses a disfrutar el domingo de su popular danza. - Foto: Alberto Rodrigo

Declarada fiesta de Interés Turístico Regional desde 1998, la Danza del Escarrete regresa a  Poza de la Sal este domingo, el  más próximo a San Blas. ¿En qué consiste esta colorida y popular danza?. Antiguamente, los protagonistas del baile eran las parejas que habían contraído matrimonio ese año, mientras que los animales domésticos simbolizaban la prosperidad del nuevo hogar.

El éxodo rural de los años 60 y 70 acabó con esa tradición, pero la Cofradía de San Blas la rescató a principios de los 80. Actualmente, la participación está abierta a todas las parejas jóvenes casaderas o simplemente, que sepan el baile, porque es poco habitual ahora que haya varias las parejas casadas o por hacerlo.

El acto central de la fiesta tiene lugar el domingo, a partir de las 17,00 horas. Pero, como las fiestas se conocen por las vísperas, ya el sábado por la mañana, las cuatro parejas de mozos protagonistas de la danza pasarán casa por casa enfundados en trajes negros y con la cara pintada para pedir dinero. Así hasta el mediodía; por la tarde, realizarán un animado pasacalles por la villa con la Banda de Música. Pero es el domingo el día clave. Por la mañana, la comitiva formada por los mozos de la fiesta y los músicos van a casa del ‘cofrade’ a buscarle para acercarse al Ayuntamiento para sumar a la fiesta a las autoridades locales. Así, todos participarán a las 13,00 horas, en la misa en San Cosme y San Damián y después, en el manteo popular.

A las 17,00 horas, tras el rosario, todos se trasladan a la Plaza Mayor. Los vecinos se colocan en círculo y en el centro de la misma se coloca un gallo o un  conejo, alrededor del cual se interpreta la danza a cargo de las parejas, con  la música a cargo de la Banda. Con la mano derecha ocupada por la espada y con la mano izquierda en la cadera, mozos y mozas dan vueltas alrededor del animal. En tiempos pasados, éste se decapitaba, hoy día no tiene lugar el sacrificio. Realizado el baile, el mozo es premiado con los aplausos del público mientras entrega la espada a su moza que ha de repetir el mismo gesto y así todas las parejas.