Pradoluengo y comarca se movilizan para no perder un médico

M. MANRIQUE
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Además de la entrega de un millar de firmas, están dispuestos a salir a la calle como ya hicieran con las guardias médicas para defender la permanencia de una sanidad de calidad

Los vecinos de la Mancomunidad Sierra de la Demanda, que engloba a 13 pequeñas localidades, andan con la mosca detrás de la oreja ante los rumores sobre la posible supresión de una de las tres plazas médicas que están asignadas a la comarca. Por este motivo tuvo lugar una reunión, convocada por el Ayuntamiento de Pradoluengo, cabecera de la mancomunidad, para informar a los vecinos sobre las previsiones de la Junta de Castilla y León en cuanto a dotaciones y asistencia médica en la comarca.

Todo comenzó con el traslado de la médica de Fresneda de la Sierra Tirón a un centro de salud de la capital, cuya plaza, no va a ser previsiblemente amortizada pero tampoco cubierta. Siendo así las cosas, los dos facultativos que trabajan en el Centro de Salud de Pradoluengo, tendrían que pasar consulta, dos días por semana, en la localidad serrana, además de atender a un tercio y dos tercios respectivamente de los pacientes de la residencia de ancianos San Dionisio, ubicada en la villa textil.

Ante este panorama tan desalentador el Consistorio pradoluenguino se ha reunido con la Gerente de Atención Primaria para trasladarle su opinión sobre lo inadecuado de la medida y del modo en que se ha actuado, sin previo aviso ni comunicación oficial a ninguno de los ayuntamientos afectados. Además se han enviado cerca de 1.000 firmas a la Consejería de Sanidad y a las Cortes de Castilla y León. «Nos vamos a dirigir por escrito a los tres escalafones de la administración sanitaria, exigiremos una reunión del Consejo de Salud de la Zona Básica y recurriremos al Defensor del Pueblo si es necesario», apuntó Antonio Miguel Araúzo, alcalde de Pradoluengo. Esa sería una de las dos líneas de actuación que planea el Consistorio, no descartando la vía judicial si fuera preciso. La otra consistiría en realizar algún tipo de acción reivindicativa conjunta, como ya ocurriera en 2012 con las guardias médicas. «Está claro que si nos quedamos quietos y callados no vamos a conseguir nada; hay que salir a la calle», afirmó Antonio Sáez, teniente de alcalde de la misma corporación.

envejecida y dispersa. La Administración regional parece alegar que el número de cartillas o de pacientes empadronados no supera el límite establecido, pero el alcalde tiene claro que la asistencia se va a ver mermada. «No es lo mismo atender a 100 personas en Burgos que en esta zona, donde la población, además de envejecida, está muy dispersa, lo que conlleva el traslado del facultativo al lugar de residencia, con la consiguiente pérdida de tiempo que supone», manifestó Arauzo.

«La gente mayor cada vez está más abandonada, cada día pasa consulta un médico, y cada vez son más las trabas, porque los pueblos no interesan», señaló Luis María Monja, alcalde de Fresneda de la Sierra, que se quedará, de momento, con dos días de consulta médica en lugar de tres. «Nos dicen que podemos venir al Centro de Salud de Pradoluengo, que nos van a atender igual, pero hay gente que no tiene cómo ni con quién desplazarse o que está, por ejemplo, en silla de ruedas», declara Monja, quien insiste en que éste es un problema de todos.

Los alcaldes de las localidades afectadas coinciden a la hora de señalar que, «como se sigan deteriorando la dotación y la asistencia médica en el medio rural la gente se desempadronará para poder ser atendidos en la capital» y recuerdan que no se trata, por otro lado, de una situación nueva en la provincia, ni en la región, donde han desaparecido 45 médicos de zonas rurales en lo que va de año.