La falta de relación con el público cuesta cara

ISRAEL GARCÍA-JUEZ
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Los periodistas económicos entregan sus Premios Tintero y Secante 2015 con notables ausencias

La Junta Directiva de la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE) entrega todos los años, en un ambiente de franca cordialidad, sus premios Tintero y Secante, para aplaudir o advertir a aquellos que ayudan o no, que diría Rajoy, a la buena realización de la práctica profesional. Como no podía ser de otra forma, el acto comenzó ayer con un minuto de silencio leído por las almas de todos los periodistas (el 50 por ciento que se dice pronto) que se encuentran en el paro por esta maldita crisis. La misma que ha hecho mella en nuestro santo oficio, pues pone en peligro el modelo de negocio de los medios de comunicación. 
A nadie se le escapa que, si no ganamos dinero, la independencia se compromete seriamente y parece que la obligación de la búsqueda de la verdad se puede llegar a orillar en pos de llevar un mendrugo de pan a casa. No olviden que aunque pocos nos valoren, somos la correa de transmisión entre los poderosos y la ciudadanía, por lo que deben desterrarse prácticas como los plasmas, las ruedas de prensa sin preguntas o alejar nuestros impertinentes micrófonos de la boca de aquellos que deben contestar a todas las preguntas. Es por ello, que APIE da Tinteros, en diferentes categorías, a los que hacen que podamos escribir ríos de tinta con las cosas que nos cuentan y Secantes a los que absorben nuestra capacidad de expresar todo aquello que consideramos noticiable. 
Así, a diferencia de otros años, ninguno de los Secantes se personó y mandaron a sus responsables de comunicación a tratar de justificar por qué los medios les regañan por su actitud. El primero en salir a la palestra fue Pablo Isla, presidente de Inditex y que es como el fundador de la empresa, muy reacio a aparecer en la prensa. Tanto que ni va a la inauguración de tiendas tan emblemáticas como la de la Quinta Avenida de Nueva York. Jesús Echevarría, que acudió en su nombre, sostuvo que Dios nos castiga por donde pecamos y que hay que intentar acortar los 600 kilómetros que separan a Madrid de Arteixo. Para cubrir a su señorito afirmó que invita a toda la Junta de APIE a que vaya cualquier mes con R a verles (son los períodos en los que hay el mejor marisco) y así limar asperezas. Vamos un cohecho impropio en toda regla pero tirado con mucha gracia y sin mala intención. 
Borja Prado, presidente de Endesa, tampoco pudo asistir a por su Secante, pero mandó a su responsable de comunicación, Alberto Fernández, en su nombre, que recordó al personal que se trata de una fiesta reivindicativa y que toma nota del recado.
César Alierta, el primer premio Secante, no pudo acudir pues presentaba su plan estratégico para sus 125.000 empleados en todo el mundo y tenía mil y pico directivos que atender. Pero sí escribió una carta en la que calificó a los informadores como una gran familia a la que tiene gran afecto. Y les digo yo que es verdad, pues gracias a Telefónica hay muchos medios que no han cerrado.
En la parte sentimental de socios de honor y placas homenaje se situó Javier García de la Vega, actual dircom de la CEOE y presidente de APIE hasta este año, que tiene muy metido en el ADN, aparte del humor, cómo hay que contar las cosas. John Scott, presidente de KPMG España, es socio de honor porque, como la Duquesa de Alba (que decía aquello de que echen de comer a los periodistas), nos invita muchos lunes a comer pues como afirmó el escocés, lo importante en la vida es tener curiosidad y ganas de entender las cosas y, solo con la ayuda de los consultores, los periodistas podemos desentrañar la complejidad de muchos temas
En la parte positiva, los Tinteros, decirles que fueron para el presidente del Banco Popular, Ángel Ron que, con cierta ironía, afirmó que ya es curioso que le den a un banco el premio a la transparencia. En serio sí aseguró que la falta de relación con el público cuesta cara, para animar a todos los altos directivos a dejar sus estrategias internacionales para ocuparse también de otras cosas que parecen menores pero que son claves en cualquier empresa.
Ana Pastor, la ministra de este Gabinete que nunca ha renunciado a responder a nada o que no ha dado siempre la cara incluso para que se la partieran, agradeció públicamente a sus responsables de comunicación, de todas las participadas por el Ministerio, su labor y, parafraseando a Churchill el día de su nacimiento, aseveró que sólo en dificultades se ve de qué están hechas las personas. 
El acto lo cerró José Luis Bonet, presidente de las Cámaras de Comercio Españoles, que hace dos años dijo no al independentismo catalán cuando una alta autoridad de su región mantuvo que los empresarios debían estar callados. Hizo un acróstico con el Tintero que se le entregaba asegurando que la t correspondía a talante, la i a integridad, la n a noticia, la otra t a trabajo, la e a estabilidad, la r a respeto y la o a oportunidad. Para Bonet, que se ha jugado los cuartos con sus palabras pues Freixenet también se vende en Cataluña, afirmó que solo mediante las palabras sosegadas vamos juntos a un ámbito de entendimiento mutuo. Que se puede decir todo pero sin ofender al adversario y que tenemos, tras toda la vorágine, formada la oportunidad de reconciliarnos para que juntos lleguemos a sitios más elevados. No se me ocurre una mejor intención para acabar hoy con esta crónica.