Volver a empezar

@jorgealopez18
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La inesperada salida de Ángel Viadero y la búsqueda de un sustituto ha hecho que la intención de optar por un proyecto continuista en el Burgos Club de Fútbol salte por los aires

Tras mucho años alejado de la posibilidad de luchar por el ascenso a Segunda División, el Burgos Club de Fútbol vio, la pasada campaña, la luz al final del túnel. Parecía que El Plantío estaba de nuevo a las puertas de acoger un play off de ascenso al fútbol profesional y se optó por la continuidad. Por no romper, como los años precedentes, el equipo y cuadro técnico por completo y dar una cierta estabilidad que se presumía beneficiosa para el primer equipo.

Con este fin, y aunque realmente el equipo no había tenido, desde noviembre, opciones reales de disputar la fase de ascenso, se renovó en el mes de marzo a Ángel Viadero. Una vez enderezado el rumbo en Liga, con aún dos meses por delante y pese a no haberse alcanzado el objetivo inicial, la directiva decidió tener calma, renovar su confianza en el entrenador a pesar de las dificultades halladas. La estrategia, además, daba una ventaja al Burgos CF con respecto a sus rivales directos, y es que, mientras otros no podían trabajar pensando en el futuro (por desconocer el nombre del entrenador e incluso la categoría en la que iban a jugar), Viadero podía empezar a planificar la campaña siguiente, estableciendo prioridades a la hora de renovar, 'peinando el mercado' y encauzando el bloque.

Dos meses de ventaja que permitieron que, un solo día después de concluir la temporada, todos los jugadores supieran a qué atenerse.Se empezaron a negociar renovaciones: unas se cerraron, otras no fueron posibles. A 15 de junio, el primer equipo contaba con una base sobre la que trabajar, 9 jugadores, y se disponía a emprender negociaciones con otros futbolistas. Todo según lo previsto.

Pero saltó la bomba. Una llamada desde El Sardinero hizo que Viadero transmitiese su decisión de marcharse y la planificación deportiva se cortó en seco. Volver a empezar, tres meses después. A la directiva, que confiaba en tener un verano tranquilo y despreocuparse po completo de la parcela deportiva, le tocaba buscar un entrenador a la vez que defendía sus derechos ante el técnico a la fuga y el rival (Racing) que no tuvo comprensión.

Hizo bien el Burgos en ser paciente para tratar de sacar la cifra más elevada posible de indeminización; y también en no precipitarse a la hora de elegir sustituto. En estos dos aspectos, hay que dar un fuerte aplauso a Juan Carlos Barriocanal y sus directivos más cercanos. En primer lugar, porque lograron que, pese a arrancar pidiendo la carta de libertad, Viadero afrontara finalmente el pago de la clausula de salida casi íntegra. Y en segundo, porque la búsqueda de entrenador fue modélica: se eligieron pocos candidatos (Manix Mandiola, Paco Fernández y Miguel Ángel Tena), pero solventes, y se analizaron las propuestas de todos ellos, evitando dejarse llevar por los intereses de los intermediarios y las prisas.

El resultado es Paco Fernández, aunque en un principio el mejor colocado era Mandiola. El eibarrés no se mostraba dispuesto a confeccionar el equipo, y la necesidad de tener un director deportivo le relegó a la última posición de la terna. En el caso de Miguel Ángel Tena su corta experiencia le restó opciones, decantándose la batalla del lado de la década de trayectoria del que el lunes será presentado como nuevo técnico. 

Toca, pues, renovar la ilusión, mirar al futuro y lamentar las dos semanas 'desperdiciadas'. El equipo podría estar prácticamente confeccionado en el regreso a los entrenamintos y ahora es posible que le falten varios de los pesos pesados cuando se mida el 23 de julio al Mirandés.

Pero agua pasada no mueve molino. La temporada que iba a estar marcada por la continuidad será la del cambio. Ángel Viadero fue historia hace una semana. El presente es Paco Fernández y el futuro, esperemos que exitoso, espera.