Cáritas atiende a menores de hasta 13 años en su programa de drogas

N.L.V. / Aranda
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Desde el Centro de Ayuda al Drogodependiente arandino alertan del perfil cada vez más joven de los usuarios de este servicio, por el que en el año 2013 pasaron en total 172 familias

El hecho de que el consumo de cannabis se vea con normalidad entre los adolescentes genera preocupación. - Foto: Reuters

El Centro de Ayuda al Drogodependiente que Cáritas gestiona en la capital ribereña ha alertado del perfil cada vez más joven de las personas que acuden a este servicio en busca de atención. Hasta el punto de que entre sus usuarios se encuentran chavales de hasta 13 años que presentan algún tipo de problema asociado al consumo de sustancias adictivas. En concreto, explica Nely González, trabajadora social responsable de este programa, son los consumos de cannabis y alcohol los que se vinculan con más frecuencia a estas edades tan tempranas.  

La normalidad con la que se ven estos comportamientos en la sociedad es, a juicio de la trabajadora social, lo más preocupante de esta situación. De hecho, reconoce que entre las cuadrillas de chicos y chicas es frecuente que no cause extrañeza que alguno de ellos «fume porros», incluso aunque ni siquiera consuman tabaco. «Está asumido en su entorno dentro de ese colectivo», subraya.

González incide en que, en contra de los estereotipos que estuvieron vigentes hace algunos años, hoy en día no pueden vincularse estos comportamientos a la pertenencia a familias desestructuradas o con problemas económicos, «sino que hoy en día, en una familia normalizada, como cualquiera podemos pensar que somos, pueden aparecer».

Necesidad de concienciar

Por todo ello, desde Cáritas, coincidiendo con la celebración ayer del Día de Lucha contra la Droga, se pòne el acento en la necesidad de concienciar a la población acerca del poder destructivo de las adicciones así como la responsabilidad que tiene para propiciar el bienestrar de niños y jóvenes.

En total, durante el año pasado este programa atendió a 172 familias, cifra que arroja una preocupante estabilidad en cuanto al número de personas que recurren a este servicio. «Lo lógico, lo normal y lo mejor es que  fuéramos bajando. Pero el número ha quedado similar al año anterior», indica la responsable de Cadac, señalando que en los seis primeros meses de  2014 la tendencia se está manteniendo.

Las sustancias que más problemas están causando son la heroína, la cocanía el cannabis y el alcohol y lo más frecuente es encontrarse con policonsumidores, que recurren a varias de ellas a la vez.  Lejos de lo que puede pensarse, la crisis no ha reducido estos comportamientos sino que, incluso, puede considerarse que los ha agravado ya que agudiza los problemas de integración.

El Cadac atiende y ofrece información sobre el tratamiento más adecuado a cada situación, pudiendo desde proponer tratamiento ambulatorio a ayudar a resolver problemas asociados o dar apoyo psicológico a familiares. En cualquier caso, puntualiza la trabajadora social, es el afectado el que decide si se acogerá a alguna de las líneas propuestas.