Un deber que salva vidas

G.A.T. / Miranda
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El sargento de la Guardia Civil de Pancorbo, Miguel Gómez Soler, recibe la Cruz de la Orden del Mérito Civil por detener a un hombre que irrumpió en un bar con un cuchillo

L a Cruz de la Orden del Mérito Civil ya luce en la solapa del uniforme del sargento de la guardia Civil Miguel Gómez Soler. Un reconocimiento concedido tras las gestiones hechas por el Ayuntamiento de Pancorbo en su interés por reconocer un acto meritorio del sargento, de 31 años, destinado en el puesto de la localidad desde hace casi dos años.

Fue en las pasadas fiestas patronales de Pancorbo cuando el sargento, granadino de nacimiento, no dudó un instante en poner su vida en peligro para librar a un vecino de una muerte probable. Los hechos ocurrieron tras el pregón, en el bar de la plaza, cuando un hombre entró en el recinto portando un cuchillo de grandes dimensiones, gritando y amenazando a los presentes.

«Fue todo muy rápido, me avisó una ciudadana de lo que ocurría y fui a todo correr solo, porque no había ningún compañero ya que los demás estaban de servicio en el área de Briviesca, y con el apoyo de la Virgen del Pilar lo reduje y pude evitar el homicidio», explica.

Y no solo eso, sino que logró hacerlo sin sufrir daños, ya que el agresor intentó en varias ocasiones acometer con el cuchillo contra el guardia civil. «Es mi deber y no hay que darle más vueltas, corría peligro la vida de un ciudadano y para eso estamos en la Guardia Civil, para ayudarles y salvar su integridad», explica, y añade que es su trabajo y que también lo hace por voación. «Lo hacemos por vocación y en ese momento no piensas en que tu vida corre peligro, sino en que puedes salvar la vida de otra persona», dice.

Por ello ayer se le dio este homenaje con la imposición de la Medalla. «A nadie se le escapa que la actuación del sargento es inestimable y digna de agradecer por este municipio, ya que sin su ayuda hubiese ocurrido una desgracia trágica y el pánico se habría apoderado de los cientos de personas que asistían al inicio de las fiestas», dijo el alcalde, Carlos Ortiz en su discurso.

Un pancorbino más

Un acto sencillo pero emotivo, en el que el Ayuntamiento le reconoció como «un parcorbino más» ya que desde su llegada ha actuado en pro del municipio. Él mismo se reconoce así, confesándose muy a gusto desde que trabaja en el pueblo. «Estoy feliz con mis mandos, con mis compañeros y con el pueblo, y no me queda nada más que agradecérselo porque me han  acogido como uno más a pesar de venir de muy lejos», decía ayer emocionado por el reconocimiento.