Macron ultima su despegue con un cambio radical

SPC
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El presidente, en su nivel más bajo de popularidad desde que llegó al Elíseo, prepara una remodelación de su Ejecutivo para recuperar la confianza del país

Llegó hace poco menos de año y medio a la Presidencia del país con la promesa de impulsar a Francia y regenerar a una nación que había perdido económica y socialmente durante los cinco años de mandato de su antecesor, el socialista François Hollande, del que, precisamente, fue ministro de Economía. Emmanuel Macron se hizo con el respaldo de la ciudadanía gala gracias a su programa reformista y a su capacidad de aunar a diferentes sensibilidades del centro. Sin embargo, ahora parece haber caído en desgracia. 

La popularidad del mandatario está en mínimos -un 31 por ciento, según los últimos sondeos- y esto se debe a varias razones: el escándalo por su agente de seguridad Alexandre Benalla -acusado de abuso de autoridad y usurpación de funciones en las manifestaciones del pasado 1 de mayo bajo la condescendencia de Macron- y las dimisiones de tres ministros, principalmente la del titular de Ecología, Nicolas Hulot, considerado un fichaje estrella y que renunció a su cargo sorpresivamente y a través de una entrevista de radio. También la salida del responsable del Interior, Gérard Collomb, quien tuvo que insistir en su deseo de abandonar el Gabinete.

Al liberal se le acusa, asimismo, de falta de decisión a la hora de aplicar algunas de sus medidas, y, por el contrario, varias de sus reformas-la del mercado laboral o la del sistema del ferrocarril- han sido recibidas con multitudinarias huelgas en las calles de la nación.

Por eso, el presidente ha decidido dar un giro total y está ultimando un cambio de Gobierno. De hecho, en París suena con fuerza que el primer ministro, Edouard Philippe, habría presentado ya su dimisión al jefe del Estado para que éste pudiera hacer efectiva la remodelación.