La Consejería de Educación contará el próximo año con una «importante cantidad de dinero» que utilizará para adaptar el colegio Francisco de Vitoria de manera que su uso sea el más cómodo  y adecuado para el alumnado con discapacidad motórica. Este es uno de los compromisos que su titular, Juan José Mateos, adquirió ayer con un grupo de padres de la Plataforma para una Educación Inclusiva, con quienes se reunió ayer para escuchar sus demandas.

En el encuentro, en el que también estuvieron presentes el director general de Política Educativa, Fernando Sánchez Pascuala; la directora general de Innovación Educativa, Pilar González; el delegado de la Junta en Burgos, Baudilio Fernández-Mardomingo, y el director provincial de Educación, Juan Carlos Rodríguez Santillana, se comunicó a los padres que se llevará a cabo una auditoría previa que confirme que con las adaptaciones y obras precisas el colegio Francisco de Vitoria puede seguir siendo preferente para los alumnos con discapacidad motórica. En el caso de que no fuera así, se sondearía la posibilidad de adaptar un edificio anejo, siempre y cuando se contara con la unanimidad de todas las familias que llevan allí a sus hijos.

Por otro lado, se informó a la Plataforma de que se estudiará con detalle a cada uno de los niños con discapacidad con el objetivo de individualizar la atención que precisan, un compromiso que destacaron los padres, quienes explicaron que el consejero fue «sensible a las necesidades de nuestros hijos».

El próximo lunes el director general de Política Educativa, Fernando Sánchez Pascuala, participará en la reunión del Consejo Escolar del centro para explicar los planes que la Consejería tiene para él. En este encuentro participará un miembro de la Plataforma como invitado debido a que -aunque ya forma parte de la misma- aún no se ha constituido tras las elecciones del pasado día 19.