Grupo Antolín ve «preocupante» la caída del consumo por la crisis rusa

G. Arce / Burgos
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La multinacional burgalesa, que cuenta con dos fábricas en la Federación, sigue «con mucha atención» una situación que afecta directamente a los fabricantes de automóviles

El alcalde saluda al embajador ruso, Yuri Korchagin, que el pasado año visitó en dos ocasiones la ciudad. - Foto: Ángel Ayala

 
El Grupo Antolín, multinacional con presencia en el mercado ruso, aseguró ayer que sigue «con mucha atención todo lo que sucede en aquel país», donde está presente desde el año 2007. A la espera de acontecimientos económicos y financieros en los próximos días, el fabricante de componentes del automóvil considera que la caída del consumo -propiciando la crisis del rublo, las sanciones internacionales que sufre este país y la bajada del precio del petróleo, su principal fuente de ingresos-, «es un factor muy preocupante, ya que afecta directamente a las previsiones de negocio de los fabricantes y, en consecuencia, a sus proveedores».
Rusia, considerado hasta ahora uno de los mercados emergentes más importantes del sector del automóvil gracias a las ventas propiciadas por la bonanza económica, ha sido uno de los destinos elegidos por el GrupoAntolín en su expansión internacional acompañando a los grandes fabricantes mundiales. 
Actualmente, la empresa burgalesa cuenta con dos plantas productivas. La primera se inauguró en el año 2011 en San Petersburgo, donde se asienta una de las zonas estratégicas de la industria de la automoción rusa.Allí se fabrican paneles de puerta, pilares, techos y elevalunas para marcas como Hyundai, Ford o Skoda. La segunda fábrica, ubicada en Nizhny Novgorod, se inauguró hace apenas un año y está dedicada a la fabricación de techos y elevalunas para fabricantes como Ford, Volkswagen y Skoda.
En Rusia también opera el Grupo Gestamp, con tres plantas activas y otra en construcción vinculadas al automóvil, y hace unos años fue un mercado estratégico para Campofrío, pionera en el desembarco local en este país, donde ubicó una de sus principales filiales, Campomos.
 
45 millones en exportaciones de fármacos, cosméticos y ruedas
 
Aunque el bloqueo a los productos agrarios sí que ha despertado la preocupación de los agricultores y ganaderos locales en los últimos meses, Rusia no es aún un mercado estratégico para Burgos y ocupa el puesto 17 dentro de los países a los que exporta la provincia, por debajo de nuestros socios europeos, Estados Unidos, Canadá, China o Brasil, entre otros. 
El pasado año, los rusos nos compraron por valor de 45,3 millones de euros, una cifra que prácticamente se resume en ventas de productos farmacéuticos (12,4 millones), productos cosméticos (11,4 millones) y neumáticos (10,2 millones). 
Las importaciones alcanzaron los 6,2 millones, cantidad que se resume en hierro, acero y abonos.
Pese a que no son volúmenes muy elevados y la balanza comercial es positiva, en los últimos dos años se ha producido un acercamiento entre Rusia (a través de sus embajadores) y Burgos con al excusa de la cultura, la gastronomía y el estrechamiento de las relaciones empresariales. Los dos últimos diplomáticos representantes de este país han estado varias veces en Burgos y también en Santo Domingo de Silos y la Ribera del Duero... De hecho, el actual embajador, Yuri Korchagin, visitó hace un año la ciudad invitado por la Cámara de Comercio y mantuvo reuniones con las principales empresas de la misma, entre ellas, conocidas rusas como Campofrío y Grupo Antolín.
También se han producido acercamientos e intercambios vinculados al turismo del idioma, que propiciaron la llegada a Burgos de algunos grupos de empresarios rusos que hicieron gala de su capacidad de gasto.