Unos ponen el terreno y otros el trabajo. Ese es el espíritu de ‘Huertos compartidos’, una iniciativa de la asociación Reforesta que acaba de comenzar su andadura en España después de un par de meses de pruebas y que pretende poner en contacto de forma «casi gratuita» a los propietarios de terrenos baldíos y a los aficionados a la horticultura.

Para ello, hay una página web  (www.huertoscompartidos.es) en la que todos los interesados deben registrarse, tanto si quieren ofrecer tierra como si desean trabajarla. En la provincia de Burgos, por ejemplo, ya se han inscrito dos horticultores, que deberán esperar a que surja un terreno. Y es en este punto donde se justifica el entrecomillado de «casi gratuita» porque se ha establecido una cuota simbólica de 2 euros: el primero por registrarse como participante en la iniciativa, y el segundo, para recibir el modelo de contrato que debe firmarse una vez que se ha llegado a un acuerdo y que custodian los organizadores durante el tiempo que dure el intercambio. El coordinador del proyecto, Santiago Cuerda, explica por teléfono que su intención es que esta sea la única transacción económica a realizar durante todo el proceso. «Tratamos de fomentar la gratuidad, que se comparta la cosecha al 50% con el propietario», dice Cuerda, aunque matiza que los interesados pueden llegar a otro tipo de acuerdo entre ellos como trabajar la tierra a cambio de conocimientos variados sobre horticultura o hacer trueques.

El ‘proyecto Huertos compartidos’ se puso en marcha en noviembre de 2011, pero no ha sido hasta ahora cuando se ha habilitado una página web que, mediante un mapa de Google, muestra en qué provincias y en qué localidades hay participantes. «Ahora tenemos unos 200 en total. Iniciativas de huertos urbanos hay muchos, pero este tipo de proyectos son muy novedosos y creemos que se desarrollará, sobre todo, en ámbitos urbanos», explica Cuerda.

El papel de los organizadores del proyecto consiste en habilitar los mecanismos y mantener activa «la comunidad virtual», aunque también está entre sus cometidos el buscar fondos (mediante donaciones o publicidad) o terrenos susceptibles de ser cultivados. En este sentido, Cuerda explica que «hasta ahora, numéricamente hay más hortelanos que propietarios. Nosotros buscaremos de forma activa porque creemos que los Ayuntamientos o las comunidades de propietarios muchas veces  tienen terrenos o solares abandonados, que podrían servir y aprovecharse. También las empresas tienen parcelas en los polígonos industriales que no utilizan y se les podría dar uso».

En principio, el objetivo del proyecto es cultivar un huerto como afición, no de forma profesional, por lo que no se contempla el pago por la parcela, como sí se hace en iniciativas como www.micosecha.net, en las que se paga un alquiler. «Sí que es cierto que alguna empresa de Sevilla y de Valladolid con parcelas grandes que han reparcelado para sacar y alquilar cuarenta o cincuenta huertos, se han puesto en contacto con nosotros. En principio, plantean que les facilitemos demandantes y a cambio nos dejan algunas parcelas gratis», explica el coordinador de la iniciativa ‘Huertos Compartidos’.

por decidir. Dado lo incipiente del proyecto, todavía hay cuestiones por decidir como, por ejemplo, si los terrenos que se oferten deben cumplir algún criterio específico o no. «No queremos dar un perfil concreto, porque nuestra intención es que sea un programa abierto a todo el que quiera, tanto personas físicas como jurídicas. Es decir, que si hay un colegio o una empresa interesada, también puede hacerlo», comenta Cuerda, añadiendo que este tipo de cosas se irán cerrando «sobre la marcha»

Por el momento no hay constancia de que se haya cerrado ningún acuerdo en otras provincias, por lo que los promotores del proyecto no creen posible que este año se pueda obtener alguna cosecha, pero confían en que los frutos puedan saborearse en un tiempo relativamente corto.

Al margen de la página web específica del proyecto, en la que hay que registrarse, ‘Huertos compartidos’ está presente en las redes sociales Facebook, Twitter, Flickr y Youtube.