El gerente del Hospital San Juan de Dios, Guillermo Pérez Toril, ha acusado de competencia desleal a la clínica Recoletas después de que la aseguradora Adeslas le anunciara la semana pasada que ya no va a hacer uso del hospital de día oncológico del centro sanitario de la orden religiosa sino que ese servicio lo prestará a sus clientes en las instalaciones sanitaria de la ex-Cruz Roja: «Me dicen que se trata de presiones a nivel central por parte del dueño de Recoletas y que el cambio se hace a pesar de que económicamente no les es rentable porque les va a costar más del doble de lo que pagan aquí», explicó Pérez Toril. 

A su juicio, se trata de «una competencia desleal porque  me da la sensación de que no jugamos con las mismas armas pero también me pregunto qué tipo de presiones puede hacer una sociedad limitada intervenida y en quiebra, realmente no lo sé».

Pérez Toril recordó que tanto Adeslas como Asisa enviaban a sus pacientes al hospital oncológico de San Juan de Dios «porque no llegaron a un acuerdo con Recoletas y ahora Adeslas dice que se va porque ésta se lo impone». En este sentido, aseguró no conocer qué actitud tomará Asisa. 

El director de San Juan de Dios, que también lo fue de Cruz Roja antes de que la clínica fuera alquilada a Recoletas, dijo que en aquel momento, cuando competían ambas instituciones «yo sabía dónde me movía porque estábamos hablando de instituciones sin ánimo de lucro y con sus cuentas auditadas y a las claras. Creo que ahora tanto médicos como pacientes pierden porque no tienen elección».

Por otro lado, se acaba de cumplir un mes desde que concluyó el acuerdo que por seis años firmaron San Juan de Dios y la Junta para que los pacientes de la sanidad pública que precisaran cuidados paliativos o de media y larga estancia (subagudos) fueran derivados del hospital -antes General Yagüe, ahora Universitario de Burgos- al centro privado del Paseo de la Isla. A pesar de la conclusión del concierto, la actividad conjunta se sigue llevando a cabo, según explicó el director de San Juan de Dios, Guillermo Pérez Toril, quien confía no solo en que esta situación perdure en el tiempo sino que se incremente con la atención en San Juan de Dios a los pacientes de hospitalización a domicilio del centro público.

El acuerdo tenía una cláusula de garantía por la que se utilizaban 70 camas para pacientes de media y larga estancia y 48 para  cuidados paliativos y se firmó para que su duración coincidiera en el tiempo con las obras de remodelación de San Juan de Dios. Ahora ya no existe esta cláusula pero sí un convenio firmado en el año 1989 con  el Insalud (antecesor de Sacyl) y que es el colchón en el que la colaboración se apoya para seguir adelante.