Palomero retoma su viejo proyecto de hostelería pero 'aparca' el hotel

J.C.O. / Gumiel de Izán
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El conocido empresario promueve junto a la Bodega Riberalta un restaurante de carretera y con instalaciones para grandes eventos que prevé crear entre 15 y 20 puestos de trabajo

Recreación del aspecto que tendrá el singular establecimiento. - Foto: DB

Prácticamente un lustro después de que solicitara la licencia ambiental y la declaración de uso excepcional para el desarrollo en suelo rústico de un ambicioso hotel-restaurante en Gumiel de Izán, el empresario silense Martiniano Palomero, afincado desde hace décadas en Aranda de Duero, ha retomado la iniciativa «que tenía en mente  desde hace muchos años» aunque finalmente con un planteamiento bastante más modesto respecto a lo que ya se aventuraba como la versión gomellana del mítico Landa burgalés.

Una actuación  de la que, a tenor del tiempo transcurrido, existía el temor de que hubiera desistido  porque entre medias, Palomero adquirió el Restaurante El Lagar de Milagros y el Hotel Milagros-Río Riza, también al pie de la A-1 y situados tan solo a unos 22 kilómetros al sur. Sin embargo, según fuente de la empresa simplemente, se ha visto  ralentizado principalmente por la coyuntura económica hasta que han encontrado condiciones favorables.

El ya veterano promotor, propietario de más de una veintena de establecimientos de hostelería repartidos por toda España, entre otros negocios la cadena ‘El asador de Aranda’, el Hotel Julia y el Restaurante El Roble,  ambos en la capital ribereña, y con intereses en varias bodegas de la Denominación de Origen Ribera del Duero,  ha decidido  centrarse exclusivamente  la restauración aparcando el apartado del hotel, que contemplaba 26 habitaciones, ocho de ellas suites.

«En un primer momento no vamos a hacer hotel. No quita para que en un futuro se pueda desarrollar pero inicialmente en la primera fase no. Viendo el mercado actual la demanda que hay es fundamentalmente de restauración y no de alojamiento en ruta, porque la gente prefiere acercarse a Aranda, que hay más oferta y se dan una vuelta», justifican.

El negocio se va a emplazar en una parcela de prácticamente 15.000 metros cuadrados situada junto a la Bodega Riberalta, un enclave excepcional al pie de la carretera que une Gumiel de Izán con Villanueva de Gumiel y con acceso directo desde la Autovía Madrid-Burgos.

Inicialmente va a ser un establecimiento de unos 800 metros cuadrados de planta y en principio va enfocado a lo que es un restaurante de carretera, con zona de cafetería y comedor diario. Sin embargo también va a contar con una sala de reuniones y un gran comedor con capacidad para unos 300 comensales enfocado a la acoger eventos sociales, como pueden ser la  celebración de bodas.Una cartera de servicios en la que, dada la proximidad de la bodega, también se quiere incluir en un futuro el enoturismo.

EDIFICIO SINGULAR

El proyecto constructivo, que ha sido realizado por el arquitecto Luis Casado, se ha variado sustancialmente aunque sigue manteniendo su singularidad. Así, sí hace cinco años se planteaba un edificio en forma de L que iba a contar como elemento característico y diferenciador un torreón almenado de 14 metros de altura construido con piedra caliza, ahora, manteniendo la estética medieval se plantea un edificio rectangular de una única planta y rematado en sus esquinas con cuatro torres circulares.

Esta variación va a conllevar también un importante ahorro económico, ya que si bien inicialmente se estimaba una inversión próxima a los 3,5 millones de euros, a falta de conocer la cifra exacta, puesto que se va a ejecutar por fases, ésta se prevé que se  vea reducida a algo más de un millón de euros. Una financiación en la que se espera contar con la ayuda del programa Leadercal que gestiona la Asociación para el Desarrollo rural Integral (ADRI) Ribera del Duero burgalesa, a cuya convocatoria de subvenciones se ha presentado la iniciativa. Un proyecto que, según la empresa, se estima que va a crear entre 15 y 20 puestos de trabajo directos.

Las obras se iniciaron hace poco más de dos semanas y los promotores confían en que puedan estar finalizadas en un plazo de entre 12 y 18 meses.