La independencia pasa por Mas

AGENCIAS
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ERC defiende que el proyecto soberanista se frenará sin el líder de CDC y reclama a la CUP que respalde su investidura para comprobar que el 'president' en funciones «va en serio»

La posible investidura de Artur Mas como presidente de la Generalitat parece que se complica por momentos. Si el pasado domingo era la CUP la que volvía a rechazar al líder de CDC en su Asamblea, ayer ERC presionó a los antisistema uniendo el futuro del proyecto independentista al del líder en funciones del Govern. «Sin Mas no hay secesión», vinieron a decir los socios de los nacionalistas en la plataforma de Juntos pel Sí. Mientras, la CUP se mantiene abierta a las negociaciones, ampliando incluso los tiempos más allá de la campaña electoral del 20-D, aunque con una situación límite para ellos pues deberán abandonar uno de los principios que consideraban irrenunciables hace días: elegir otro president o la continuidad del procés.

En el día de la resaca de la Asamblea de la CUP, el candidato de ERC a las elecciones generales, Gabriel Rufián, presionó a los antisistema ante la negativa de éstos a apoyar al único aspirante presentado por Junts pel Sí para dirigir el próximo Gobierno catalán: «Lo mejor que puede hacer la CUP para saber si Mas va en serio es hacerle líder del Ejecutivo. Además, estamos dispuestos a hacer todo para que haya acuerdo, pero tenemos que dejar claro que nuestro candidato solo es él».

Para los republicanos, Mas no es solo el president que acordaron para liderar el proceso y que fue validado en las urnas en las autonómicas, sino que, además, representa a una parte del electorado secesionista del que «no se puede prescindir». «Sin Mas no se hará la independencia, guste más o menos», remarcó Rufián, que apeló a la generosidad, el pragmatismo y la paciencia porque sin el dirigente de CDC no habrá república catalana. Eso sí, a pesar del punto muerto al que parecen haber llegado las negociaciones, rechazó unas elecciones anticipadas.

Por su lado, el cabeza de lista y diputado en el Parlament de la CUP, Antonio Baños, remarcó que la opción de apoyar a Mas aún no está cerrada, porque la formación hará lo que sus militantes voten en otra Asamblea que celebrarán próximamente. «Si nos reunimos y nos dicen ‘votad a Artur Mas como presidente’, si tenemos un mandato en un sentido, obedeceremos», remarcó. No obstante, negó que algunos diputados antisistema ya estén dispuestos a votar a favor de la investidura: «Aquí no hay tamayazos, por lo que queramos personalmente cada uno de los 10 es irrelevante».

En esta línea, la portavoz de la CUP en el Parlament, Anna Gabriel, explicó que, aunque en la Asamblea celebrada en Manresa se mantuvo el veto a Mas, las negociaciones proseguirán, «agotando los plazos legales (cuyo fin se establece el 9 de enero) si hace falta».

Mientras, otros partidos como Unió o PSC instaron a Junts pel Sí a abandonar las negociaciones con la CUP tras el rechazo de las bases a proclamar a Mas. De hecho, tendieron la mano a la coalición para formar un Ejecutivo estable, siempre que abandonen el proyecto independentista y retiren la resolución de «desconexión».