Investigan el valor de una capilla oculta en la iglesia de Santa María

G.A.T. / Miranda
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Los trabajos previos a la demolición de una casa en la calle La Cruz desvelan un pequeño añadido al templo cuyo uso original sería el de sacristía o cripta de la capilla funeraria

La intención inicial de habilitar en la calle La Cruz, en el Casco Histórico, una nueva plaza que permitiera además mejorar el acceso principal al Teatro Apolo está en el aire. La demolición del número 3 de esa calle, planificada hace meses, se ha tenido que paralizar tras el informe técnico que ha corroborado que existe en el hueco que ocupa el inmueble un espacio que no pertenece al mismo, tratándose de una estancia adosada a la iglesia de Santa María, correspondiente a una antigua capilla que permanece oculta.

Una constatación que responde a la existencia en la propia iglesia (en concreto en el interior de una de sus capillas funerarias) de un vano que está inutilizado, pero que es el que daría acceso a este espacio que ahora se quiere investigar para determinar su valor, su estado y su posible conservación.

Por la ubicación de la casa que quiere demolerse, que está pegada a la parte izquierda del templo, se entiende que la capilla estaría ocupando prácticamente toda la planta baja de la casa, ya que al entrar a la misma se encuentra directamente una escalera que sube al primer piso, no teniendo acceso alguno desde la vivienda. La existencia de este elemento arquitectónico ha hecho que el Ayuntamiento demore el derribo, y ahora vaya a hacerlo de forma parcial, ya que primero se tirará la parte de la casa para ver las dimensiones y valor de esta capilla anexa.

La casa, de tres plantas y en estado de ruina, fue levantada hace más de cien años y al parecer se hizo respetando la capilla pero dejándola completamente oculta en su interior. De hecho en algunos planos existentes de la planta de la iglesia no aparece reflejada la misma, y los que vivieron en la casa han asegurado al Ayuntamiento que desconocían su existencia.

No se cree que este espacio tenga un gran valor a nivel artístico, ya que es muy pequeño, pero el hecho de que esté adosado al templo religioso y la existencia de un posible acceso desde el mismo puede contribuir a conocer mejor la estructura de la iglesia y los cambios sufridos a lo largo de su historia. Además se trata en todo caso de una zona protegida por la normativa, por lo que se hará un control arqueológico del derribo para garantizar que no se dañan los restos, que además serán documentados.

A Patrimonio

Luego, la Junta, desde el área de Patrimonio, deberá decir qué puede y no puede hacerse con lo que aparezca y si es conveniente hacer una investigación a mayores del subsuelo, ya que la intención del Ayuntamiento es intervenir en la plaza anexa y en el solar resultante de la demolición para hacer un espacio que facilite la entrada al teatro.

De momento existe un informe del jefe de la sección técnica de obras, en el que se dice que ese espacio corresponde a la antigua sacristía de la capilla funeraria de San Andrés, del silo XVI, ubicada en un lateral del templo a la izquierda del altar si se mira desde los bancos.

El mismo recoge que el edificio a demoler está en estado de ruina, debido al «escaso mantenimiento por parte de sus propietarios hacia su inmueble y el alto porcentaje de humedad en todo el edificio». Una humedad que el técnico achaca a fundamentalmente a esta antigua sacristía de la capilla funeraria de San Andrés «al estar clausurada, sin acceso y sin ventilación».

El experto igualmente apuntan en la documentación aportada que la aparición de restos arqueológicos y de enterramientos en el subsuelo «es probable considerando la proximidad del inmueble a la Iglesia de Santa María».

Protección

También se suma un documento firmado por un arqueólogo, en el que se recuerda la protección existente en la zona histórica de la ciudad y en el propio templo religioso, y se detallan algunos aspectos de la capilla de San Andrés. Habla de una parte visible desde el interior de la iglesia, y de otra que no se ve desde el exterior ya que está tapada por el edificio.

«La segunda parte de esta capilla sería una cripta, cubierta por la primera planta del edificio de la calle La Cruz. En planta, la capilla ocuparía, aproximadamente la mitad sur del solar, mientras que la cripta estaría ocupando una buena parte de la mitad norte de la parcela», se especifica.