Han pasado menos de 20 horas desde que el alcalde en funciones tuviera acreditado que no podrá seguir gobernando con mayoría absoluta. Con la simple sí, pero para eso necesita que los otros tres grupos que han obtenido representación en el Ayuntamiento capitalino no cierren un acuerdo a tres bandas que lo impida. Ayer por la mañana ya habló con Bañeres, De la Rosa y Salinero. «Algo cordial», aclara. 

Por la tarde estuvo en la sede central de los ‘populares’ en Burgos en el primer día después de un 24-M que ha cambiado el mapa político en casi toda España, también en Burgos. Se abre un nuevo escenario y así lo ve quien, a priori, parte con ventaja para liderar el próximo Ejecutivo local. Dice estar «muy tranquilo personalmente, asimilando el nuevo escenario y con ilusión por seguir trabajando por la ciudad con las aportaciones de todos».

¿Ha hecho ya un análisis más profundo de los resultados del domingo?

Sí, pero en la misma línea. Ha habido un retroceso muy importante en toda España, aunque en Burgos el porcentaje de votación está seis puntos por encima de la media nacional. El castigo al PP ha sido muy importante, pero no es consuelo a pesar de que es evidente el contexto nacional.

La semana pasada dijo que 11, 12 ó 13 concejales es una mayoría amplia, pero que 7, 8 ó 9, no. Se ha quedado en medio.

Sí, pero creo que con la que ha caído... Estamos viendo ayuntamientos en los que se han perdido la mitad de los concejales y en nuestro caso estamos hablando de un tercio. Lo deseable es tener el máximo número de concejales, pero sigue siendo una cifra superior a muchos otros. La reflexión que hago es que han quedado dos bloques de ayuntamientos: aquellos en los que no hay ninguna posibilidad de que un candidato del PP sea alcalde debido a la suma de las fuerzas de izquierdas y aquellos en los que sí. En lugares como Valladolid, Zamora u Oviedo la izquierda se va a unir y los candidatos del PP no van a ser alcaldes, y en otros es la fuerza política más votada y la izquierda no llega a la mayoría absoluta. Ciudadanos ha dicho reiteradamente que la fuerza más respaldada debe gobernar. Afortunadamente en Burgos nos encontramos en el segundo escenario.

¿Va a hablar con todos? ¿Tiene ya agenda para iniciar conversaciones formales?

Por supuesto que hablaré con todos. Hoy (por ayer) me parecía obligado tener un primer contacto y he hablado con los números uno de las otras tres fuerzas que han tenido representación para romper un poco el fuego. Vamos a ser compañeros y me parecía propio tomar la iniciativa y llamarles para tener una conversación distendida. Claro que iremos hablando porque, entre otras cosas, hay que preparar el 13 de junio. Quedan bastantes días pero hay que ir preparando muchas cosas. Seguiremos hablando en los próximos días; no puede ser de otra forma.

¿Cree que le daría más estabilidad que el Grupo del que busque el apoyo entre a formar en el equipo de Gobierno?

A mí me gustaría que pudiésemos hacer un Gobierno compartido. Ya lo aventuré antes de conocer este escenario. Creo que es bueno siempre que el gobierno sea compartido sea para Burgos, para Albacete o para Málaga. Pero esa decisión no corresponde solo a una parte, sino a, como mínimo, dos. Yo sí creo que sería importante. Es verdad que las declaraciones públicas que he oído parece que se centran más en apoyos puntuales que en un pacto de gobierno compartido. Me parecen dos opciones deseables, pero sí creo que daría más estabilidad y sería bueno poder abarcar muchas más áreas de la gestión del Ayuntamiento, aunque eso no es algo que yo pueda decidir unilateralmente.

¿Asume usted como propia una parte de los resultados?

Estamos viendo el escenario desde la punta de Tarifa hasta Santoña y creo que los resultados hablan por sí mismos. Lo que da pena de todo esto es que se haya hecho un trabajo tan importante de 24 horas al día y una gestión bien valorada en años tan difíciles y que eso a veces no se tenga en cuenta y prevalezca más el peso del ámbito nacional. En las reuniones con los barrios ya vi que todos los comentarios eran de ámbito nacional, cuestiones que no hace falta repetir. Esa es la inquietud sobre las siglas del PP y creo que se ha visto reflejado de forma directa. Creo que nadie tiene dudas de que el castigo ha sido uniforme en toda España a unas siglas.

Herrera ha obtenido varios puntos porcentuales más de respaldo que usted en Burgos...

Claro, como en las anteriores elecciones. En el ámbito municipal siempre hay una mayor proliferación de candidaturas. Hemos visto aquí algunas como la de Roberto Alonso que no tienen ninguna incidencia en las regionales... Eso pasa siempre, hay una mayor atomización del voto. Ha pasado y pasará siempre.

¿Teme las condiciones que le vayan a poner encima de la mesa para alcanzar un acuerdo, por ejemplo, en Ciudadanos?

No, no creo que sean cosas inasumibles. La política de pactos la marca la dirección nacional y ellos siempre han hablado de hacer una estrategia común para toda España. Es un partido muy razonable con el que coincidimos en muchos planteamientos y yo creo que ellos van a apostar por la gobernabilidad. Su sentido de la responsabilidad va a llevar a posibilitar que se pueda dar una estabilidad en el Ayuntamiento, así que confío en Ciudadanos para dar estabilidad al Gobierno municipal. Lo puedo decir más alto, pero no más claro. Y también para que nos ayuden a gestionar el día a día. Con Ciudadanos tenemos una afinidad en muchas cosas que nunca tendríamos, por ejemplo, con Podemos. Coincidimos en un 80% de los planteamientos y eso puede dar lugar a acuerdos que en otros casos no serían posibles. De hecho, una gran parte de sus votantes son exvotantes del PP y creo que eso ellos lo saben.