Las calles y avenidas más céntricas y emblemáticas de la capital de España se van a quedar mañana vacías de coches y se llenarán de corredores, participantes todos ellos en la maratón Rock and Roll Madrid. Entre todos ellos, habrá un grupo de deportistas aficionados que van a cumplimentar una de las tres distancias marcadas (10 kilómetros, media maratón o la maratón entera) por una buena causa: recaudar fondos para la lucha contra el cáncer, en concreto, para la Fundación Aladina, que centra sus esfuerzos en ayudar a niños y adolescentes con esta enfermedad y a sus familias.
El porqué de esta iniciativa, que alcanza este año su tercera edición, está implícito en su nombre: Carrera Gustaviana. «Hace tras años moría un amigo de Quintana del Pidio, Gustavo, de cáncer y decidimos hacer algo para recordarle. De esto que te sientes tan enrabietado con la enfermedad que quieres atacarla de alguna manera y, de paso, hacer un homenaje a nuestro amigo. Y qué mejor para honrar su memoria que recaudar fondos para luchas contra la enfermedad que se lo llevó», recuerda Rubén Alonso, promotor de esta cita deportiva. Como él mismo aclara en el blog en el que da buena cuenta de los avances de esta cita «la Carrera Gustaviana es un homenaje póstumo a Gustavo, es un ‘tío te echamos de menos’, es un sigues estando tan presente entre nosotros como siempre, es un ‘Gustavo no te olvidamos’». Por eso, además de la denominación, en las camisetas que lucen los corredores participantes está estampada la cara siempre sonriente de Gustavo Marín Alonso, que les empuja a seguir adelante.
De tres a 11
Cuando esta carrera celebró su primera edición, a Rubén se le sumaron dos valientes más y lograron recaudar 1.000 euros. «Nos sentimos muy orgullosos porque Quintana es un pueblo muy pequeñito, 140 habitantes, y prácticamente entre cuatro vecinos, salió bien, a la gente le gustó la experiencia y la familia de Gustavo estaba muy agradecida por este homenaje que le hacíamos y porque era contra el cáncer», recuerda Alonso.
Estas cifras fueron creciendo en la segunda cita, con seis corredores y aumentando la cuantía recaudada. En la edición que se celebra mañana por las calles de Madrid serán once los participantes que destacarán sobre el resto por lucir la camiseta oficial de la III Carrera Gustaviana y, mientras, a través de migranodearena.org se supera con creces los 2.000 euros, porque los promotores esperan que se contabilicen donantes de última hora. La aportación de este año tiene muy ilusionados a los promotores. «El dinero de este año va a ir destinado a un proyecto muy importante que tiene la Fundación Aladina de manera conjunta con la Comunidad de Madrid. Se va a hacer una reforma en el Hospital Niño Jesús, que acoge 800 niños enfermos de cáncer al año, y la fundación va a aportar un millón para estos trabajos», explica Rubén, al que se le ilumina la cara pensando hasta dónde han llegado con su idea de homenajear a Gustavo. «Nosotros que somos algo pequeñito estamos metidos en algo muy gordo y nos sentimos súper orgullosos», insiste.
Además de las pequeñas o grandes aportaciones de particulares, algunas empresas patrocinan a los corredores y sus logotipos quedan reflejados en las camisetas. Junto a este apoyo, este año, el aún pendiente de inauguración Restaurante El 51 del Sol, su chef, David Izquierdo, que es de Quintana, ha patrocinado esta edición y se va a sortear una cena degustación en estas instalaciones entre los compradores de los boletos para optar a ella. La cuantía de la venta de estas papeletas también se sumará a la recaudación final del evento.
A pocas horas para el inicio de la carrera, con los participantes ya en Madrid, no queda tiempo para inscribirse en esta propuesta solidaria pero sí se puede seguir sumando cantidades económicas a la causa. Cualquiera que quiera colaborar en mantener vivo el recuerdo de Gustavo, no tiene más que entrar en la web migranodearena.org, buscar la III Carrera Gustaviana y aportar la cantidad que pueda o considere oportuna, por pequeña que sea. Todo es poco para colaborar en la lucha contra el cáncer.