Dos históricos en crisis

J.C.M. / Burgos
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Burgos CF y Zamora afrontar un derbi dramático el domingo en El Plantío. El equipo burgalés debe ganar para sellar la permanencia y el zamorano para seguir con opciones de salvarse

El Burgos CF ha desperdiciado las cuatro últimas jornadas para sellar su salvación y ahora se ve obligado a jugársela en dos partidos ante Zamora y Tropezón. Esta situación no es más que un síntoma de la crisis de juego y resultados que arrastra desde el inicio de temporada. Peor situación vive su próximo rival, el Zamora, en puestos de descenso y obligado a ganar los dos partidos que restan para soñar con la salvación. Son dos históricos de la Segunda B, con muchos años en la categoría, y que están pagando el precio de una mala planificación y un peor rendimiento de sus respectivas plantillas.

Burgos y Zamora suman 35 temporadas en la categoría de bronce del fútbol español en las últimas décadas, además de 12 promociones de ascenso a Segunda. Sin embargo ahora la situación es muy distinta, al límite para ambos, aunque es el Burgos el que mejor lo tiene para seguir una campaña más en la categoría.

La trayectoria de burgaleses y zamoranos para llegar a esta situación es, sin embargo, diferente. El Burgos siempre ha estado entre los diez de abajo de la clasificación y ha fallado cuando ha intentado salir de esa situación. Pese a ello, ha sido más regular sumando puntos. Si en la primera vuelta, en 19 partidos sumó 22 con Fede Castaños en el banquillo; ahora, en 17 lleva sumados 21 con Gonzalo Arconada. A esta cita, el cuadro burgalés llega después de desaprovechar los cuatro últimos encuentros para cerrar la temporada, con tres puntos de los 12 en juego sumados ante Lealtad, Langreo y Astorga.

Hablar del Burgos es hacerlo de un club mucho más acostumbrado a luchar por el ascenso que pelear por eludir el descenso, con siete play offs y un ascenso, de la mano de Carlos Terrazas a Segunda División. Precisamente el último de ellos fue con Arconada en el banquillo, en 2007, y aquel fatídico partido en Sevilla. Un año después el Burgos descendió en la despedida de Domingo Novoa de la presidencia. Ya con Juan Carlos Barriocanal como máximo responsable, se necesitaron tres años para regresar a Segunda B y lo hizo de la mano de Julio Bañuelos. Pero fue un paso efímero, volviendo al infierno de Tercera después de una temporada lamentable.

Ramón María Calderé devolvió la ilusión a la afición del Burgos, pero la cruda realidad ha despertado del sueño a unos aficionados desilusionados y muy cansados de ver a su equipo en la actual situación.

Enfrente está el Zamora, que atraviesa una situación muy delicada pero que aún podría lograr la salvación. Todo pasa por ganar en El Plantío. Un empate o una derrota le condenaría a la Tercera División.

Su situación es desesperada, pero el domingo recibió oxígeno tras la concluyente victoria frente al Real Avilés (4-1). La llegada de Balta al banquillo ha dado nuevos bríos al equipo y en Zamora todavía se cree en el milagro. Para ello sueñan con ganar al Burgos y a la Cultural Leonesa.

El estado del Zamora es fruto de una lamentable segunda vuelta de Liga. Curiosamente, tras ganar al Burgos en la jornada 18 se aupó a la décima plaza, con 26 puntos. 17 partidos después, antes de jugar contra el Real Avilés, tenía 36, es decir, solo había sido capaz de sumar diez. Esta estadística precipitó la marcha de Roberto Aguirre y la llegada de Balta, un técnico que conoce el club y que ya jugó un play off con el Zamora.