La Biblioteca abre las puertas a manuscritos e incunables

Gadea G. Ubierna / Burgos
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La compañía Arawake mostrará los contenidos de las zonas de acceso restringido en el edificio de San Juan a través de unas visitas teatralizadas para las que ya no hay entradas

Son muchos los tesoros que alberga la Biblioteca de San Juan en sus cientos de metros de estanterías, a la vista y al alcance de cualquier interesado. Sin embargo, hay una parte del edificio del todo inaccesible para el público, un sótano oscuro y silencioso en el que se custodian ejemplares manuscritos e incunables que solo contados privilegiados han tenido oportunidad de ver y no digamos de tocar. Una circunstancia que animó a la dirección de la biblioteca a organizar una actividad en la Noche Blanca que pudiera abrir las puertas de esos rincones secretos pero garantizando su preservación de los excesos de la admiración y la curiosidad. Así surgió Y tú, ¿qué sabes?, una visita teatralizada por la compañía Arawake que pretende sacar a la luz una biblioteca desconocida y para la que ya no hay entradas en ninguna de las sesiones previstas.

La directora, Carmen Monje, considera que el éxito se debe a que la iniciativa se había divulgado en los medios de comunicación y al atractivo que tiene el fondo antiguo, compuesto sobre todo por libros que Mendizábal desamortizó en 1835 a los monasterios. En palabras de Monje, «la idea de la Noche Blanca es que a través de un juego y de una tableta se pueda ver lo que habitualmente no se ve; no es que se vaya a poder pasar a la zona restringida».

Pero aunque no se pueda cruzar el umbral de esa parte del sótano en sentido físico, las visitas teatralizadas sí explicarán por qué motivo la biblioteca de Burgos está entre las diez dotaciones públicas con mayor número de manuscritos e incunables; es decir, con mayor número de ejemplares editados entre mediados del siglo XV, cuando se inventó la imprenta, y el siglo XVI. Unos libros de valor astronómico que se han conservado en la plaza de San Juan desde la creación de la biblioteca, a finales de 1871. Solo han salido para formar parte de exposiciones y en traslados forzosos, como ocurrió durante la construcción del nuevo edificio, cuando las naves en las que se almacenaban los fondos se inundaron y se decidió llevarlos a Valladolid. Y todo hay que decirlo, no sin polémica.

El regreso se materializó en septiembre de 2012 y se celebró con varias exposiciones en las que se aprovechó para mostrar -siempre con cautela- las joyas más preciadas: la Biblia Románica de Burgos, un manuscrito de 202 folios en pergamino procedente del Monasterio de San Pedro Cardeña y datado a finales del siglo XII, y la Biblia de Gutenberg, un incunable fechado en 1454 y atribuido al inventor de la imprenta. Se sabe que de esta biblia se imprimieron una serie de ejemplares por determinar, pero de los que hoy en día solo se conservan 47 en todo el mundo y uno en España: el que se custodia en el sótano de la plaza de San Juan. Y a la pregunta de cómo un libro compuesto en el taller alemán de Gutenberg acabó en la capital castellana, tratará de darse respuesta en la Noche Blanca. Aunque Monje ha investigado y ya ha relatado en otras ocasiones que fue de manera casual y gracias a la pujante actividad comercial del Burgos de la época, que permitió la llegada de familias adineradas e influyentes a la capital, muchas de origen judío.

Burgaleses

El fondo antiguo está formado por 81 manuscritos, 147 incunables y 20.000 ejemplares impresos entre el siglo XVI y XIX. Y aunque las dos biblias mencionadas son los más importantes, hay otros muchos de valor, de los que también se hablará el próximo sábado. Por ejemplo, se aprovechará para dar algunas pinceladas del papel que tuvo la imprenta en la capital burgalesa tras la llegada de Fadrique de Basilea. No en vano, de su taller salieron 65 obras, entre las cuales está la edición más antigua de La Celestina o la traducción que el Arcediano de Burgos, Pedro Fernández de Villegas hizo de la Divina Comedia de Dante, un incunable de 1515 que también está en San Juan.

Pero en la Noche Blanca también se enseñarán ejemplos de otros libros interesantes como los ‘ilustrados’, entre los que destaca una biblia de Amberes con textos en hebreo, caldeo, griego y latín (de ahí que se le denomine ‘políglota’); o los ‘encadenados’, aquellos que llevaban argollas y cadenas; los de mapas; o los expurgados: ejemplares prohibidos por la inflexible Inquisición española y en los que se aprecian tachones negros, papeles pegados sobre párrafos censurados o marcas de páginas arrancadas de cuajo.

Toda una selección de tesoros que saldrán a la luz en la Noche Blanca no solo por su valor, sino por lo que dicen de nosotros y de nuestra historia.